La provincia tiene hasta la fecha solo seis casos de dengue, informó la licenciada Salomé Ranalli, directora de Epidemiología. Uno de los pacientes proviene de Tucumán, donde la localidad de Aguilares atraviesa un brote, mientras que los otros cinco son residentes locales, con algunos casos autóctonos.
Ranalli detalló que, según protocolo, se implementó un control de foco en las nueve manzanas alrededor de cada caso confirmado, con eliminación de criaderos y fumigación selectiva. "La acción más efectiva es eliminar los recipientes que acumulen agua, ya que allí se reproduce el mosquito Aedes aegypti", subrayó.
En cuanto a la evolución de los casos, indicó que todos los pacientes están en buen estado de salud, aunque se detectó un serotipo diferente al habitual (DEN-2) en un niño de 12 años que contrajo el virus en Formosa, donde se reportan más de 280 casos.
Sobre la situación epidemiológica, la funcionaria advirtió que La Rioja podría estar en camino a convertirse en una zona endémica, debido a la aparición temprana de casos autóctonos. "Esto nos obliga a mantener la vigilancia todo el año y reforzar las medidas preventivas", indicó.
Los síntomas más característicos del dengue incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolor en los ojos, en músculos y articulaciones, náuseas y erupción cutánea. Ranalli enfatizó la importancia de acudir rápidamente a un centro de salud ante signos de alarma, como dolor abdominal intenso, vómitos persistentes o sangrados. Además, recordó que no se debe automedicarse, ya que ciertos fármacos pueden agravar el cuadro.
Con la llegada del ciclo lectivo, la preocupación aumenta, ya que el movimiento de personas podría facilitar la expansión del virus. "El cambio climático ha adelantado los casos, y si ingresa un serotipo diferente, podríamos enfrentar un brote mayor", advirtió la funcionaria.