Tras dos fracasos a fin del año pasado, el proyecto de ley de ficha limpia, que apunta a que personas condenadas por corrupción no puedan competir como candidatas en elecciones nacionales, recibió media sanción este miércoles en la Cámara de Diputados por 144 votos a favor, 98 en contra y 2 abstenciones tras más de diez horas de debate. Ahora, la definición queda en manos del Senado.
La iniciativa, parte del temario de extraordinarias diseñado por el Gobierno, había recibido aval en comisiones la semana pasada, pero allí se firmaron seis dictámenes. Por ello, en la previa de la sesión, La Libertad Avanza encabezó una negociación con los bloques dialoguistas, en la que también participó el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi.
Tanto quienes habían firmado en disidencias el despacho de mayoría, como quienes suscribieron textos alternativos, rechazaban la denominada "cláusula Petri", en alusión al ministro de Defensa, Luis Petri, quien trabajó en la elaboración del texto enviado desde Casa Rosada.
El proyecto introduce una modificación al artículo 33 de la Ley de Partidos Políticos, de modo de prohibir la candidatura a cargos públicos de toda persona que tenga doble condena por delitos de corrupción, como es el caso de la expresidenta y titular del PJ Nacional, Cristina Kirchner, en la causa Vialidad.
La novedad de la propuesta del Poder Ejecutivo había sido la inclusión de que tal inhabilitación correría en caso que la persona hubiera recibido la sentencia hasta el 31 de diciembre de un año no electoral y no, en cambio, si ocurría a partir del 1ro. de enero del año electoral. Sin embargo, diputados dialoguistas rechazaron de plano ese aspecto, al considerarlo anticonstitucional.
A partir de un acuerdo sellado este martes, se modificó el dictamen en su artículo 1ro. para establecer que la prohibición de candidatura se aplicará “únicamente en aquellos casos en que la sentencia condenatoria resulte confirmada por un órgano judicial de instancia superior, hasta su eventual revocación o cumplimiento de la pena correspondiente, y siempre y cuando la confirmación de la condena se produzca con anterioridad al comienzo del plazo establecido en el artículo 25 del Código Electoral Nacional”, que se refiere a la fecha del cierre de los padrones electorales, seis meses antes de los comicios generales.
Asimismo, se agrega que “si la confirmación de la condena en la instancia superior se produjera con posterioridad a dicho plazo, la prohibición tendrá efecto a partir de la finalización del proceso electoral”.
Finalmente, en el artículo 1ro., se señala que la inelegibilidad regirá desde la fecha de la sentencia hasta su eventual revocación o hasta el cumplimiento de la pena correspondiente.
En otro artículo, el proyecto dispone que la Cámara Nacional Electoral llevará un “Registro Público de Ficha Limpia” en donde constarán las sentencias dictadas en los términos del artículo 1ro., sus eventuales revocaciones y los datos identificatorios de las personas alcanzadas por dichas sentencias.
La iniciativa prevé, además, que aquellos inhabilitados a ser candidatos por tener condena doble por corrupción tampoco podrán ser designados como jefe de Gabinete, ministros, secretarios, subsecretarios, autoridades de entes y organismos descentralizados e instituciones de la Seguridad Social, integrantes de cuerpos colegiados, personal diplomático, ni como directores de empresas o entes con participación estatal de cualquier clase.
Karina Milei se hizo presente en los palcos de la Cámara en el final del debate.
La sesión estuvo marcada por el fuerte rechazo que expresaron los diputados de Unión por la Patria, quienes denunciaron la proscripción de Cristina Kirchner. En el arranque, el bloque comandado por Germán Martínez perdió la pulseada para que no se ponga un tope a la lista de oradores individuales.
Con cuestiones de privilegio y apartamientos del reglamento intercalados durante el debate del único proyecto que había en el temario, pasado el mediodía la sesión atravesó un pico de tensión. Fue cuando la kirchnerista Lorena Pokoik la emprendió contra el jefe del bloque Pro, Cristian Ritondo, y desde la bancada amarilla salieron a defenderlo. “¡Quieren cagar la sesión! La monada está excitada”, exclamó Alejandro Finocchiaro contra UP.
Luego de la aprobación de la suspensión de las PASO la semana pasada, la Cámara baja avanzó así en extraordinarias con otra reforma electoral en el comienzo del año en que se elegirán diputados y senadores.
Con ficha limpia, la tercera fue la vencida, si se tienen en cuenta los dos fracasos anteriores para alcanzar el quórum, el 20 y el 28 de noviembre de 2024, inclusive en la última oportunidad con la ausencia de varios libertarios. Aunque en rigor, hubo otro intento fallido, durante el final de la gestión de Cambiemos, cuando el 21 de noviembre de 2019 no se alcanzó tampoco el quórum para dar el debate.
El debate
Al abrir el debate sobre ficha limpia en la sesión, el diputado oficialista Nicolás Mayoraz aseguró que “este es solamente el piso, no es el techo”. “Lo que reclama la sociedad está en la Constitución. El derecho a ser elegido, en ningún lado dice que es absoluto y no puede ser reglamentado”, defendió sobre el proyecto y detalló las modificaciones introducidas al dictamen.
Las encargadas de fundamentar el despacho de Unión por la Patria fueron las diputadas Mónica Litza y Vanesa Siley. La primera rechazó que ese espacio no quiera ficha limpia, como “quieren instalar”, sostuvo. A su juicio, ese es “un golpe de efecto que les da resultado”.
“No es verdad, por si la verdad todavía importara”, ironizó y señaló que ficha limpia ya existe en nuestra legislación. “Lo que no estamos de acuerdo es con querer votar o acompañar un proyecto que violenta el principio de sentencia firme o presunción de inocencia”, dijo.
A continuación, Siley expresó que “por lo menos ha reconocido el oficialismo que estamos hablando del ejercicio de los derechos políticos, porque se ha intentado disfrazar esto como la transparencia, garantías, y estamos hablando de una limitante importante a la soberanía popular: el derecho a elegir y ser elegido”.
Vanesa Siley
A su turno, la diputada de Encuentro Federal Margarita Stolbizer manifestó: “No estamos cercenando el derecho o la capacidad de la persona que está condenada dos veces por delito de corrupción de seguir recurriendo su sentencia hasta última instancia, si no que estamos diciendo que aun cuando tenga pendiente ese proceso judicial no puede ser candidato”. A continuación, lamentó el “exceso de polarización política” en la que se da el debate.
“El doble conforme es parte de los estándares internacionales en materia de derechos humanos a los que Argentina ha adherido”, apuntó sobre la instancia judicial desde la que se aplicará la prohibición y consideró que aprobar esto “es el mensaje que el Congreso debe dar de que no estamos dispuestos a seguir siendo paraguas para que nadie venga a buscar protección aquí después de haber cometido delitos”. “Este proyecto apunta a fortalecer nuestra democracia”, sumó.
A modo personal, ya no como presidente del bloque Encuentro Federal, Miguel Pichetto intervino durante las exposiciones de los dictámenes, citando el de su bancada que presenta disidencias que él dijo compartir “plenamente”. A su juicio, lo que los legisladores deberían haber hecho, en lugar de caminar lo que definió como “el camino judicialista de las almas bellas”, era “haber profundizado la defensa del Congreso Nacional y de las atribuciones que nos da el artículo 66 de la Constitución Nacional, que nadie menciona, porque no repasan ni leen la Constitución”.
En ese sentido, Pichetto indicó que, según la Carta Magna, el Parlamento “es el árbitro que puede controlar quién puede ingresar o no, y puede echar a un diputado o un senador”, como lo hizo en diciembre la Cámara alta con Edgardo Kueider.
Por el bloque Democracia para Siempre se expresó el formoseño Fernando Carbajal, quien defendió su dictamen y criticó el de mayoría. Así, explicó que “el sistema legal contempla que cuando una persona ha sido condenada por un delito se le aplica de forma automática una inhabilitación, por lo cual, la discusión de ficha limpia no es correcta. Plantearlo desde el punto de vista si es legítimo o no limitar el derecho a ser elegido porque el sistema legal ya contempla la limitación al derecho a ser elegido y esto nunca ha sido motivo de debate constitucional”.
“Lo que estamos discutiendo en serio es si una persona que ha quebrantado la ley puede ser candidata. Acá tenemos que señalar la profunda incoherencia del bloque oficialista y sus nobles aliados sumados en la mesa de saldos y retazos del trasfuguismo político que, de manera clara, dicen que esto está solamente limitado a los delitos de corrupción y no terminan de explicar de manera seria, sólida y consistente, por qué razón un narcotraficante o un pedófilo puede ser candidato. Hay otras provincias donde tiene ficha limpia que contemplan esta figura”, enfatizó.
Y cerró: “Hablan de transparencia, pero ocultan de manera maliciosa que esto no es ficha limpia porque no contempla el universo de todos los delitos. Hay un escandaloso silencio de por qué se limita. Es un discurso retórico, porque la ficha limpia, así como lo plantean, alcanza un escenario minúsculo de casos; es puro relato”.
Miguel Ángel Pichetto
Desde el Frente de Izquierda, la diputada Vanina Biasi se refirió a su dictamen de rechazo y resaltó que se está “discutiendo algo con una hipocresía muy grande. Si no se pone de relieve que el sistema judicial argentino no es independiente, no funciona, como se quiere vender, y si queremos soslayar que es el poder institucional del país con menos consideración popular que podamos tener, podemos seguir hablando hipócritamente sobre el reforzamiento de la democracia y otras cuestiones que en realidad muestran que el objetivo que persigue ficha limpia es el opuesto al postulado”.
“Este es un proyecto de ficha sucia que tiene por objeto ocultar la corrupción en el país y ocultar qué clase social es la que lleva adelante esa corruptela de forma sistemática para imponer sus puntos de vista en este régimen capitalista”, cuestionó.
Desde la Coalición Cívica, el titular del bloque Juan Manuel López, resumió que es un debate “de la lucha contra la corrupción, porque de ficha limpia podemos decir un montón de cosas”. Recordó que su jefa Elisa Carrió presentó uno de los primeros proyectos del tema y “lo venimos representando hasta la fecha”.
López señaló que “el dictamen de noviembre me gusta más que el actual”, y enumeró las cuestiones en la que difieren del dictamen del oficialismo, pero que ceden: “Queremos que entren todos los delitos dolosos; la instancia en que ficha limpia se aplica porque si hay juicio oral ya la persona no tiene por qué ser candidata porque lo dice el artículo 36 de la Constitución porque ficha limpia ya existe, pero por una resolución judicial del 2017 no se puede aplicar”.
“Nuestro partido no cree en el lawafere, de que Cristina Kirchner fue perseguida por los medios de comunicación y juzgados corruptos que, si creemos, que a veces son arbitrarios. Por eso pedimos una ley de auditar los juzgados federales por el Consejo de la Magistratura. Esta ley de ficha limpia es un pasito para que el presidente pueda tapar lo que mandó a hacer a sus diputados en noviembre y quiere que solo sea su proyecto”, concluyó.
Sin embargo, López advirtió que “vamos a tener que revisarla porque habrá condenados por otro tipo de delitos que nos va a agraviar que sean legisladores y candidatos”.
El presidente del bloque Democracia Para Siempre, Pablo Juliano, sostuvo que se recogió una vieja tradición de la política argentina y apuntó: “Vengo de un partido donde ningún presidente conoció Comodoro Py”. Así, indicó que “el lado B del debate de hoy es un debate sobre la justicia en argentina”.
“Entiendo la necesidad política, pero es muy poco decir que esto es proscripción o que tiene nombre propio, es desconocer una tradición en donde la Argentina le estaba dando la espalda a una sana práctica política. Hay instrumentos y antecedentes donde no se parte de una noción de proscripción como el Código Electoral”, planteó.
Juliano alertó que lo que sucedió con el exsenador Kueider es “la punta del iceberg” de lo que le va a pasar al Gobierno cuando termine y manifestó: “No se le puede poner a todas las leyes un nombre. Este debate se viene pateando hace rato. Los que no somos oficialistas venimos señalando una degradación de la democracia, pero hay una serie de bancadas ponen la defensa del liderazgo de una sola persona por encima de la representación y esto le da de comer a Milei porque en vez de representar la realidad argentina, defienden a Cristina”.
Avanzado el debate, el jefe del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, expresó: “Me tiene cansado el tema y me imagino cómo estará un ciudadano de a pie que nos mira con este loop de discusiones estériles, y esta capacidad de hacer complejo algo tan sencillo y simple, como procurar que no nos gobierna la corrupción”. “A esta altura es absurdo hablar de proscripción, o que se ponga en tela de juicio el estado de inocencia garantizado por nuestro derecho penal, cuando simplemente es una restricción a derechos civiles”, siguió. Para el cordobés, “es intolerable que bajo argumentos, ausencias, indigestiones o lo que fuera, se le vuelva a dar una frustración a la sociedad argentina” y advirtió que “el desafío va a estar en la Cámara de Senadores”.
En tanto, su par Karina Banfi reflexionó que “fue muy importante el proceso de estos casi 10 años de tratamiento de ficha limpia, donde hemos tenido dictámenes que se vieron frustrados y que durante toda la etapa del último gobierno kirchnerista directamente se omitió”. “La ficha limpia, la transparencia y la honestidad, son parte de los valores radicales que venimos a traer y potenciar cuando promovemos este tipo de normas”, afirmó.
Impulsora de la ficha limpia, la diputada del Pro Silvia Lospennato destacó que “después de tantos años y varios intentos fallidos” se reunieron los votos para avanzar con la ley. Además, agradeció “a cada uno de los ciudadanos que nos exigió y sigue exigiendo una ley de ficha limpia”, entre ellos Gastón Marra y la periodista Fanny Mandelbaum. “Hubiera deseado que hace 10 años haya ficha limpia, hace 10 años la expresidenta no estaba condenada ni en primera instancia. ¡Qué me vienen a hablar de que esto tiene nombre y apellido!”, lanzó.
La legisladora precisó que esta ley ya rige “en ocho provincias argentinas y hay cuatro más que la están debatiendo en sus Legislaturas”. A su vez, “ya hay más de una docena de candidatos que fueron rechazados en las justicias provinciales por no cumplir con la ley de ficha limpia”. “Podrán seguir repitiendo sus mentiras, pero los argentinos ya no les creen más esa doble vara”, disparó contra UP y los cuestionó porque “defienden a una condenada” pero “echaron en una semana a un senador sin un procesamiento”, en alusión a Kueider.
Según Lospennato, “hay mucha gente queriendo que le vaya mal al presidente, hay empresarios millonarios que perdieron las cajas y que están desesperados por volver al poder para volver a robar, hay movimientos sociales sin plata que ya no pueden extorsionar a la gente, por ende no movilizan a nadie, hay empresarios prebendarios, que con cada desregulación que se desarma pierden un negocio que tenían asegurado”, pero al mismo tiempos hay “muchos argentinos con esperanza” que “piensan que esta va a ser la oportunidad”.
“Hace falta de frente un combate contra la corrupción, porque sino todo el esfuerzo que están haciendo los argentinos se va a ir por la canilla de las que beben algunos”, advirtió y envió un mensaje al “Poder Judicial, gran responsable de los niveles de impunidad”. “Una Justicia proba e idónea es la única condición para que estas leyes tengan sentido”, finalizó.
A su turno, el diputado nacional Eduardo Valdés (UP) se refirió al avance del proyecto en cuestión y vinculó: "Está claro y comprobado que Cristina Fernández de Kirchner fue juzgada con la doctrina penal del enemigo". en ese punto, cargó que "voluntad judicial y voluntad popular no van de la mano", y cerró: "En la época de las ocho indagatorias quedó demostrado. Lo mismo está sucediendo en estos tiempos. No hay Ficha Limpia con Justica Sucia".