Al cumplirse un mes de su asunción de la primera mujer que tomó la conducción de la Universidad riojana, Medios El Independiente entrevistó a Albarez Gómez para conocer algunos aspectos acerca de este tiempo en su nueva gestión.
Llegar en pleno enero, con altas temperaturas, cuando el Calendario Académico marcaba que no hay actividad académica ni administrativa, Albarez Gómez rompió ese esquema para ponerse a trabajar junto a su equipo.
Reconoció que “había que tomar decisiones, en una instancia difícil en el comienzo de mi gestión, pues debíamos medir los tiempos y las implicancias, y para cual debíamos contar con la información de quienes son los protagonistas de este proyecto como son los docentes, los funcionarios y los alumnos”.
Al ser consultada como estaba afrontando esta transición atento a que se hizo cargo el pasado 20 de diciembre, Albarez Gómez reconoció que la realidad superó las expectativas al señalar que “la verdad, si tendría que definir la situación en que encontré realmente fue mucho más compleja de lo que esperábamos y habíamos diagnosticado”.
La rectora fue contundente al decir que “nosotros nos presentamos como propuesta y estamos dispuesto a enfrentar esta situación y tratamos de resolverlo y de hecho lo estamos haciendo. Todo el equipo está trabajando mucho en pleno enero como quizás no sucedía en general y en esta situación tan compleja en términos económicos, financieros, infraestructura y académicos con que nos encontramos, la decisión fue hacer un auditoria de corte, motivo por el Auditor titular con el adjunto y todo el equipo están trabajando a full, no se han tomado vacaciones para tener los resultados en febrero”.
“En ese sentido –señaló Albarez Gómez– decidimos ser responsable y que cada cuestión que íbamos encontrando pueda ser provista en términos de información para auditoría, que se haga el informe correspondiente, para que los Auditores puedan informar cuál es la situación en que encontramos la Universidad”.
La Auditoría está bajo la responsabilidad del Auditor General y un gran equipo quienes “están trabajando a full para mostrar –dijo Albarez Gómez– a la sociedad y a la comunidad universitaria en qué estado se encontraba la Universidad al momento en que la recibimos, pues en esto queremos ser responsables y serios, ya que queremos que la institución se la conozca por sus logros”.
“La Auditoría General –insistió la flamante rectora– con formación de primera mano de carácter oficial y documentada nosotros vamos a proceder a dictar los actos administrativos y judiciales correspondientes”.
La Auditoria de corte dispuesta por esta nueva gestión es total, que comprende todas las áreas y dimensiones, como infraestructura, patrimonio, académico, nombramientos y otras cuestiones.
Albarez Gómez destacó que “estamos trabajando desde el mismo 21 de diciembre, al otro día en que nos hicimos cargo, y comparto que estoy muy orgullosa de nuestros trabajadores docentes, no docentes, graduados y de los contratados que están trabajando para dejar la Universidad en condiciones y así poder recibir en febrero a los estudiantes ingresantes”.
Si bien Albarez Gómez está a la espera del informe de Auditoría anticipó que “nosotros hemos detectados graves problemas como es el déficit, muy alto, no tengo los números exactos pues lo estamos reconstruyendo, pero con la documentación en mano e investigación que estamos haciendo creo que es de más de mil millones de pesos sólo en la UNLaR, sin hablar del déficit de la OSUNLaR, donde también se está haciendo una auditoría”.
Despacho provisorio
La rectora Albarez Gómez todavía no hizo uso del Despacho Oficial del Rectorado que se encuentra ubicado en planta alta del Edificio de la UNLaR, motivo por el cual por el momento se ubicó en forma precaria en una dependencia que se encuentra en planta baja.
Esto se debió a que el Despacho Oficial está siendo, si se puede decir, reconstruído pues en la anterior gestión se decidió romper con el diseño arquitectónico al dividir el amplio espacio del Rectorado con una pared para dar lugar a otra dependencia que aparentemente era ocupada por una funcionaria.
Profesionales consultados señalaron que “esto no tiene explicación de hacer una pared en medio de un Despacho oficial y nada menos que del Rector. Es como si alguien intentara hacer una divisoria en el despacho de un gobernador o un presidente. La verdad fue una cosa descabellada”.
En estos momentos con el concurso de obreros se procedió a destruir esa divisoria y por consiguiente reconstruir de nuevo lo que fue el diseño original del Despacho. Se estima que en los primeros días de febrero ya esté en condiciones de ser ocupado.