Es una gigantesca obra de ingeniería que antiguamente transportaba minerales desde una estación minera de alta montaña llamada “La Mejicana” hacia Chilecito y que trajo consigo muchísimo progreso para el pueblo.
Pero, ¿por qué es tan importante???
Empezando por el principio: gracias al potencial y largo historial minero que Chilecito y Famatina poseían, que databan desde Incas y Diaguitas, pasando luego por Jesuitas y españoles, fue que entre 1.800 y 1.900 se llevaron a cabo diferentes movimientos relacionados a la minería, pero fue el Dr. Joaquín V. González quien incentivó el aprovechamiento de los recursos mineros del Famatina. Por lo que, en 1902, durante el gobierno de Julio A. Roca, se llamó a licitación para la obra del Cable Carril.
La empresa alemana Adolf Bleichert & Co. ganó dicha licitación y comenzó su construcción en febrero de 1903.
La obra en su totalidad finalizó en un tiempo récord: 1905, a 18 meses de haber empezado se ensambló un rompecabezas perfecto, comenzando ese mismo año a operar a cargo de la empresa británica The Famatina Development Corporation.
Tanto en su construcción como en su funcionamiento se utilizó una logística increíblemente impecable, destacándose el ingenio y talento alemán. El resultado fue una estructura de hierro de proporciones inimaginables para la época: El Cable Carril, con una extensión de 35 kilómetros, se adentraba en la montaña y se dividía en nueve estaciones para su correcto desempeño. La primera, en las cercanías de la estación del ferrocarril, donde el mineral se cargaba en vagones ya dispuestos para su transporte, mientras que la última estación, situada en el corazón mismo de la montaña, llegaba a los 4.603 msnm, donde se encontraban las minas desde donde se extraía oro, plata y cobre, entre otros metales.
Significado turístico
El Cable Carril tuvo un significado fundamental para aquellos tiempos por el despegue económico que despertó y que duró hasta 1920 cuando cesaron sus actividades.
Esta obra de ingeniería, en su tipo, es la más larga y alta del mundo aún en pie, por lo que se la declaró Monumento Histórico Nacional.
Hoy en día se conserva casi en perfecto estado, funcionando como atractivo turístico, siendo la caminata a lo largo de sus distintas estaciones la actividad favorita de los aventureros. Aunque ya no opere como en sus días de esplendor, el Cable Carril siempre será una parte fundamental de la vida de los chileciteños y una joya de la ingeniería mundial.
Esta magnífica estructura no solo representa el pasado próspero de Chilecito, sino que también, es un símbolo de la tenacidad y el ingenio humano, representado en un ensamble perfecto que nos recuerda la importancia de preservar nuestra historia.
En estas vacaciones de invierno, el Cable Carril se presenta como una visita imperdible en Chilecito, disfrutand de paisajes