Los combustibles tendrán un nuevo aumento a partir de mañana y, pese a la importancia de la comunicación a la población dada la modificación, las empresas petroleras ocultaron los ajustes, incluida la estatal YPF.
Extraoficialmente se sugiere que el aumento no superará el 5% y sería en forma uniforme en todas las marcas. El piso de la suba de 1% es porque es el impacto de la actualización del impuesto a los combustibles dispuesta para este mes luego de la postergación que se produjo en mayo. Luego sobre ese valor se monta el que aplican las petroleras, que podría estar en línea con la inflación proyectada para el mes.
Con esta política, las empresas buscan despegarse de un anuncio de aumentos de precios y se refugian en el hecho consumado. Tampoco se descarta que, como ha sucedido en otros casos, sea YPF la que primero avance y luego se acoplen las demás.
El Gobierno ha dividido la actualización de los impuestos sobre los combustibles líquidos (ICL) y el dióxido de carbono (IDC). El primer incremento será de aproximadamente un 1,2%, mientras que el segundo ajuste deberá esperar hasta julio.
En la actualidad, el litro de nafta súper de YPF en la Ciudad de Buenos Aires (la más económica, excepto en la Patagonia donde no se aplican estos impuestos) rondaría los $900. Actualmente, su precio es de $870. La nafta premium (Infinia) cuesta $1.074, el gasoil $918 y el diesel grado 3 $1.167, de acuerdon con el sitio web Surtidores.