Esta feria anual tiene lugar en París hasta el 3 de marzo y se produce en un contexto tenso, después de que los agricultores bloquearan varias autopistas del país a finales de enero.
Decenas de manifestantes trataron de forzar las rejas para entrar al lugar antes de la hora de apertura, provocando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad
El presidente francés estuvo protegido por decenas de policías antidisturbios, que empujaron a los manifestantes para que no se acercaran a él. Algunos de ellos lo calificaron de "mentiroso", le gritaron que se largue y lo instaron a renuncir.
El salón fue inaugurado por Macron con cuatro horas y medio de retraso respecto al programa inicial. Pero pese a las escenas de caos, logró dialogar de manera informal con los agricultores, algunos de los cuales eran miembros de los tres principales sindicatos agrícolas del país.
"Siempre prefiero el diálogo a la confrontación. La confrontación no produce nada", declaró el mandatario de 46 años.