“El concurso de delitos es una figura penal a través de la que se cometen varios hechos punibles como consecuencia de una o más acciones. En estos casos, se puede infringir más de un artículo del Código Penal o el mismo varias veces”, según consignaron los abogados del ciudadano.
Precisamente es la figura penal que encuadra por el accionar del comisario Walter Pereyra, quien usurpó un terreno en plena construcción ordenado por el propietario del predio, aunque se dice que el estado etílico del comisario Walter Pereyra no lo habría dejado dilucidar la tropelía que estaba cometiendo.
Posteriormente –nuevamente la noche como anfitriona de Pereyra- escondió su auto en las inmediaciones, se apersonó al predio acompañado por una persona, arrancó el caño del pilar de la luz, llevándose la pieza.
A las tres de la madrugada regresó, pero esta vez acompañado por dos sujetos más y destruyó el pilar llevándoselo con todos los elementos eléctricos que contenía.
Lo que no sabe Pereyra y que obra en autos, es que todo fue filmado y que solo falta identificar a sus acompañantes.
Según los abogados del ciudadano damnificado, y según otra denuncia que está en las puertas de Fiscalía, las herramientas de los humildes trabajadores se encuentran “secuestradas” en el predio que usurpó el Comisario Walter Pereyra y que le traerán otro dolor de cabeza y “dolor” dinerario si se considera que acceder a la justicia hoy es oneroso para el bolsillo.
También se prepara una batería de denuncias contra el uniformado como ser daños y perjuicios por el daño, lucro cesante y más aún valiéndose de sus galones.
Un alto integrante de la Fuerza Policial consignó que “una vez que entre la denuncia a Asuntos Internos estudiaremos este caso que avergüenza a la Institución y estudiaremos si hubo otros efectivos que le hayan prestado apoyo logístico”.
Claro que esta última es otra muy interesante y escabrosa historia. Con nombres y apellidos.