El viceintendente Guillermo Galván presidió el acto que se realizó en homenaje a Rosario Vera Peñaloza. Fue en el museo que lleva su nombre, emplazado en el Solar Vera Vallejo (Rivadavia e Yrigoyen), donde se dejó inaugurada la muestra "Un maestro, una escuela", con objetos recogidos por la licenciada Lucía Cáceres que rememora a los viejos maestros rurales que salieron de la entonces Escuela Normal. La exposición estará abierta hasta el 31 de mayo, en el horario corrido de 9.00 a 21.00.
Al respecto, el viceintendente analizó la lucha que libró Rosarito por la ley de Sarmiento, para que la educación sea pública, obligatoria, de calidad "que tenía que ver con los salarios y nosotros le agregábamos la gratuidad, que era un concepto nuevo, porque en ese entonces estaba ligada a los sectores pudientes", indicó.
"Fue una innovadora del sistema educativo, porque una persona cuánta más educación tiene, es más libre y ese modelo hay que seguir cultivando. Y tener mucho cuidado con ese discurso que se quiere instalar de no tener una educación obligatoria y arancelar la universidad pública", opinó.
Relacionó los valores de Rosarito con los de Joaquín Víctor González y de Santos Salinas, quien fue el ministro de Educación de Yrigoyen, quienes fueron "quienes lucharon por una educación gratuita y debemos recoger esas banderas, porque hemos dejado de pensar como Estado en cómo innovar nuestra educación pública", confesó.
"En este mundo tan individualista, tan inmediato, traigamos a Rosarito y como ella bien lo hizo posible, hagamos de cuenta que estamos jugando, porque en realidad estamos aprendiendo", parafraseó Galván, dejando así inaugurada la muestra, con el tradicional corte de cintas.
La directora del Museo Rosario Vera Peñaloza, museóloga Claudia Fabiana López destacó el trabajo que se viene realizando en esta institución, que a su vez comparte lugar con la biblioteca Ramírez de Velasco, puesto que tiene relación, porque Rosarito también abrió bibliotecas.
"Es una institución cultural que contiene materiales y objetos que provienen de donaciones de la familia y por ende son portadores de información. Nos permite descubrir su contexto que la difusión de la vida y vigencia de Rosarito", sentenció.
Informó que cuenta con dos salas, una de ellas es la infantil, con una bebeteca, para la estimulación de la infancia y con actividades lúdicas y didácticas, en tanto que se realizan numerosas actividades para el acercamiento con la comunidad.
Recordó que el Museo está abierto de lunes a domingo, en el horario corrido de 9.00 a 21.00 y además cuenta con un funcionamiento permanente para que también atienda en feriados nacionales, provinciales y en fines de semana.
La licenciada Lucía Cáceres, además de presentar la muestra en el Museo explicó que esta casa "se vistió de celeste y blanco. Todavía seguimos disfrutando de los colores y su significado de sentimientos patriotas. Para este día, me apoyo en la historia, que es lo que nos dan la oportunidad de recorrer, caminar, fortalecer, conocer y resignificar las huellas que ya están escritas y otras que faltan escribir, que son las huellas orales", definió.
"Rosarito se adelantó con una impronta, que era mirar a través de la infancia. Vio que esa niñez no estaba totalmente protegida, que había discontinuidad en los ritmos escolares, que había pobreza, analfabetismo y que esas carencias dolían. Y miró y analizó la primera infancia", aseveró Cáceres.
"Pensó que no tenían que empezar por los contenidos de la primaria, se tenía que empezar a través del juego. Ese fue el aporte pedagógico que en esa época no supieron entender. Ella sabía y lo dijo que los cambios cuestan pero hay que seguir", acotó.