La cifra de muertes por el deslizamiento de tierras en la isla italiana de Ischia, al sur de la península, se elevó a ocho, según un nuevo balance oficial publicado este lunes por autoridades locales.
El deslave provocado el sábado por fuertes lluvias en Ischia, la isla más grande del archipiélago napolitano, dejó también un saldo de cuatro personas desaparecidas, indicó este lunes la prefectura de Nápoles de quien depende el municipio de Casamicciola Terme, la localidad de unos 8.000 habitantes en la que se produjo la tragedia.
El deslizamiento de tierra fue resultado de varios factores concurrentes, entre ellos la deforestación, ausencia de mantenimiento y de prevención adecuados, la falta de control edilicio y una urbanización masiva, informó la agencia AFP.
El gobierno ya había declarado el domingo el estado de emergencia en Ischia, con el fin de poder movilizar rápidamente los medios y fondos para las intervenciones urgentes y la puesta en marcha de refugios.
Más de 650 rescatistas fueron enviados a la isla sureña, ubicada en la bahía de Nápoles, para socorrer a las víctimas del corrimiento de tierras, que ocasionó además cinco heridos y dejó en la calle a 230 habitantes de la isla.
El geólogo Aniello Di Iorio, natural de la isla, al ser citado este lunes por Il Corriere della Sera (el diario de mayor difusión en Italia), advirtió que la situación aún sigue siendo bastante peligrosa y que "todavía una buena parte de la ladera norte de la isla continúa en riesgo", incluida la comuna afectada de Casamicciola Terme.
Por su parte, el ex alcalde de esa localidad, Giuseppe Conte, aseguró: "Avisé a varias administraciones del riesgo de corrimiento de tierras cuatro días antes de la tragedia (...) Le escribí al prefecto de Nápoles, a Protección Civil de la ciudad, pero nadie me contestó", lamentó Conte, en declaraciones al mismo periódico milanés.