De acuerdo a los informes semanales del Ministerio de Salud de La Rioja, en las últimas cuatro semanas los casos de COVID se incrementaron en un 47,6 por ciento, desde 237 casos reportados en la semana del 27 de junio al 3 de julio, a los 350 casos informados este último domingo.
En este lapso, la curva de contagios fue trepando desde los mencionados 237 casos, a 269 al 10 de julio, 277 el 17 de julio y, finalmente, los 350 de la semana pasada.
Para tener una idea del avance de los números del Coronavirus en nuestra provincia, en el informe del 29 de mayo se consignaban 73 casos, mientras que la semana anterior eran sólo 21.
En cuanto a la ocupación de camas críticas, dato que revela el impacto sobre el sistema sanitario, también muestra números que fueron subiendo, desde 9 por ciento al 13 por ciento, en el mismo lapso.
Asimismo, las muestras analizadas se mantuvieron, por lo que se percibe un aumento de la positividad. En los últimos informes, rondaron de 1.200 a 1.300 cada semana.
Por otra parte, es llamativo que se mantiene una tendencia de más cantidad de mujeres infectadas, que en el caso del último informe fueron 192, frente a 158 hombres, con una relación similar en reportes anteriores.
Curva amesetada
Para conocer las razones de esta crecida, NUEVA RIOJA consultó al Director de Epidemiología de la provincia, Eduardo Bazán.
"Lo que estamos viendo es parte de la cuarta ola, vemos un ascenso lento pero sostenido" de casos, explicó. "Eso probablemente se dé porque tenemos una población con un porcentaje cubierto con la vacuna con dos dosis, casi un 90 por ciento", lo que hace que el virus circule con más facilidad y afecte más a ese diez por ciento restante.
A diferencia de otros brotes, se percibía una curva más pronunciada porque no había tanta cobertura de vacunas, en cambio ahora "vemos una meseta constante, sin picos bruscos".
Además consideró que hay una "cuestión natural, no tenemos ninguna herramienta que elimine al virus, lo único que tenemos son vacunas que fortalecen las defensas cuando uno se infecta y métodos de barrera (barbijos, distancia) que evidentemente se han ido relajando". Lo que consideró importante es que, con actividad plena, "no se satura el sistema de salud".
El infectólogo sostuvo que "hay que insistir con las vacunas, no erradican el virus pero disminuyen las formas graves, estas últimas semanas vemos que prácticamente es un 70 por ciento la diferencia entre quien está vacunado y el que no, o sea que reduce un 70 u 80 por ciento la posibilidad de agravarse y eso no ha cambiado desde el principio de la ola".
La cresta de la ola
Respecto de la pandemia, dijo que "estamos prácticamente llegando a un pico y es probable que en las próximas semanas ya comience a descender, es la curva natural", gracias a la vacunación.
NUEVA RIOJA consultó acerca de la relación entre los testeos, que en el último mes van de 1.200 a 1.300, con una positividad mayor. "La transmisión es muy alta, la positividad en la última semana es del 28 por ciento, en las primeras semanas de julio teníamos un 8 por ciento".
En cuanto a los efectos, el doctor Bazán indicó que siguen siendo los más afectados los hombres mayores de 70 años, por un componente "claramente biológico" incluso en la mortalidad.
Respecto de lo que se viene en cuanto a la vacunación, descartó la posibilidad de que se aplique una quinta dosis, pero advirtió que quienes tengan las dos primeras de Sinopharm deben tener un refuerzo, porque se demostró que la cobertura desciende fuertemente con el tiempo.
NUEVA RIOJA-