Las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmaron este miércoles que Rusia comenzó los preparativos para organizar un referendo en la región de Jerson, tomada por los rusos el 2 de este mes, para declararla república independiente, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anticipó "posibles nuevos ataques" rusos.
"Para controlar los territorios temporalmente ocupados del sur de Ucrania, el enemigo está tratando de crear administraciones militares y civiles y comenzó los preparativos para un referendo sobre una entidad cuasiestatal en la región de Jerson, la llamada República Popular de Jerson", dijeron las Fuerzas Armadas en su informe vespertino.
Jerson está ubicada en el sur de Ucrania, tiene salida al mar Negro y antes de la guerra vivían allí cerca de 280.000 personas.
Además, precisaron que las tropas rusas no tuvieron "acciones activas" en dirección norte.
"En un futuro próximo, se espera que el fuego contra las unidades ucranianas se intensifique para garantizar el movimiento de sus tropas, con la tarea adicional de bloquear la ciudad de Chernígov", anunciaron.
Por otro lado, la ciudad de Jarkov, en el noreste de Ucrania, continuaba siendo bombardeada, según la agencia de noticias Europa Press.
Las tropas rusas "llevaron a cabo movimiento de unidades de artillería" en la ciudad de Izium, dijeron las FFAA ucranianas.
En la región de Donetsk, "los principales esfuerzos siguieron centrándose en tomar el control de los asentamientos de Popasna, Rubizhne, así como la captura de la ciudad de Mariupol", agregaron.
Además, indicaron que las tropas rusas "no tuvieron éxito" en las operaciones de asalto en las áreas de Popasna, Rubizhne, Novobahmutivka, Marinka y Zolota Niva.
"Unidades de las Fuerzas de Defensa restauraron el control sobre los asentamientos de Orlove, Zagradivka y Kochubeyevka", señalaron en el informe, en el que también facilitaron información sobre altos jefes "caídos" de las Fuerzas Armadas rusas.
Por su parte, Zelenski aseveró que había una acumulación de tropas rusas para posibles nuevos ataques en la región del Donbass y calificó como "difícil" la jornada de contactos con socios y aliados.
En este sentido, el mandatario ucraniano dijo que no creía "en nadie" y no confiaba "en ninguna hermosa construcción verbal", ya que había una "situación real en el campo de batalla".
Asimismo, recordó que la reducción de operaciones militares anunciada por Rusia en Kiev y en Chernígov "no es una retirada", sino que se trata "de las consecuencias del exilio".
"Hoy fue un día diplomático muy activo para mí, uno difícil; las prioridades son conocidas, hay tres de ellas: armas para Ucrania, nuevas sanciones contra Rusia y apoyo financiero para nuestro Estado", dijo, y señaló también que "la libertad no debe estar peor armada que la tiranía".
De esta manera, recordó las conversaciones que tuvo con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, así como el discurso que pronunció ante el Parlamento noruego y los contactos con el presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, y el príncipe heredero de Emiratos Árabes Unidos, el jeque Mohamed Bin Zayed.
"Espero resultados concretos en los próximos días de nuestros representantes en América Latina, Medio Oriente, el sudeste asiático y África", señaló, según un comunicado de la Presidencia ucraniana.