El excanciller ecuatoriano Guillaume Long defendió el martes la revitalización de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), que fue desconocida por gobiernos de derecha y centroderecha, y acusó a la gestión del expresidente Mauricio Macri de haber incumplido la ley para determinar el abandono del bloque.

"Unasur jurídicamente sigue existiendo, muchos de los países que desconocieron el tratado no lo han hecho correctamente", dijo Long durante su participación en el encuentro internacional del Grupo de Puebla que se realiza en Río de Janeiro.

Canciller del gobierno de Rafael Correa (2007-17), Long acusó al gobierno de Macri de haber incumplido la Constitución argentina cuando decidió desconocer a la Unasur, en el marco de una ola neoliberal que buscaba contraponer lo construido por sus antecesores progresistas o de centroizquierda.

"No todos los países desconocieron el tratado en forma correcta; el caso más claro es el de Argentina: Macri viola el artículo 75 de la Constitución argentina que dice que el Congreso puede aprobar o desechar tratados internacionales, está claro que esta denuncia no se hizo correctamente", expresó Long.

El exministro también incluyó a Brasil, bajo el gobierno de Jair Bolsonaro, entre los países que a su juicio denunciaron irregularmente el tratado, sin haber pasado por el Congreso, como lo prevé la ley brasileña.

"Vemos un camino jurídico para revocar estas decisiones inconstitucionales por lo que no se necesitaría de una aprobación en el futuro para reingresar a Unasur", explicó.

El excanciller dijo que la Argentina y Brasil "no son menores en este proceso" y que expresó su deseo de que el bloque sudamericano pueda tener impulso en caso de una victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, en las elecciones de octubre.

Para Long, las derechas interpretaron equivocadamente un carácter ideológico de Unasur.

"Avanzamos mucho pero con el avance de la derecha alcanzamos un alto grado de violencia con al integración latinoamericna de nuestra elite; Unasur no era con preceptos ideológicos ni antiimperialistas sino que buscaba autonomía estratégica, como lo hizo la Unión Europea en su momento. No nace antinadie, sino a favor de nosotros", evaluó.

Propuso para una posible segunda fase de Unasur ampliar el rol comercial y financiero, cuyo nacimiento se dio en el marco político, institucional, de salud y defensa con los 12 países sudamericanos.

Hasta el momento los países que no denunciaron al bloque que tuvo sede en Quito fueron Bolivia, Perú , Guyana, Surinam y Venezuela.