La Fundación COLSECOR presentó el informe de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que busca generar información y profundizar en el conocimiento de las realidades locales.
En base a ese trabajo del que participaron 44 localidades de siete provincias, se pudo determinar que en octubre un adulto necesitó $9.539 para no cruzar la línea de indigencia. Ese valor se estableció tomando el promedio de las comunidades participantes. La CBA fue un 2,2% más elevada respecto a la presentada en septiembre.
Para una familia de cuatro integrantes el valor de la Canasta Básica presentado por la Fundación COLSECOR se situó en $29.475, mientras que en el caso de un núcleo familiar integrado por dos y tres personas, fue de $14.308 y $23.465, respectivamente. La cifra ascendió a $31.001 teniendo en cuenta hogares conformados por cinco personas.
“Se reitera la tendencia de los meses anteriores relacionada a la dispersión de precios en la geografía, con una distribución heterogénea que no se explica por provincia o ubicación geográfica. Hay localidades cercanas donde se observan diferencias y en otras semejanzas. Lo que encontramos este mes es una dispersión menos intensa que los meses anteriores, veremos cómo evoluciona en los próximos informes”, indicó la socióloga Natalia Calcagno, coordinadora del estudio.
Para llegar a la valorización, se relevan los componentes de la CBA establecida por el INDEC. Los precios se registran la primera semana de cada mes en el comercio más concurrido de la localidad y corresponden a los productos de mayor consumo, por lo que influyen los hábitos de cada lugar.
Información desde y para la localidad
El proyecto que impulsa la Fundación COLSECOR con la medición de la Canasta Básica Alimentaria busca generar información y conocimiento sobre pequeñas y medianas localidades de nuestro país. Se trata de un desafío propuesto junto a las cooperativas de servicios públicos, que a través de sus referentes llevan adelante el trabajo de campo.
Por medio de esta iniciativa, cada localidad genera los registros desde su propio territorio, lo que le permite conocer el nivel de ingresos que necesita un habitante para cubrir las necesidades básicas. Ese valor es el que determina la línea de indigencia.
Para medir la Canasta Básica Alimentaria se registraron los precios del conjunto de alimentos que establece el INDEC. La medida de referencia utilizada por el instituto se define por los requerimientos calóricos mensuales de un adulto equivalente, hombre de 30 a 60 años de actividad moderada.