Una nueva fiesta de la democracia tuvo lugar este domingo en La Rioja y en todo el país. La gente acudió a las urnas, con barbijo y alcohol en gel, otra vez, en este año donde sigue la pandemia. Más allá del calor, los riojanos mostraron sus ganas de participación cívica y fueron cuidadosos en los protocolos establecidos.

Al igual que en las PASO, los "facilitadores sanitarios" estuvieron atentos a las consultas de la gente y fueron custodios del distanciamiento social. El alcohol en gel estuvo en forma visible, tanto en la entrada del establecimiento, como así también cada una de las mesas. En tanto que en las esquinas cercanas a los colegios, encuestadores de una firma de Córdoba realizó el cuestionario correspondiente, sobre las elecciones, anhelos y expectativas de cada uno de los votantes.

En las calles, la paz del domingo solamente era interrumpida en los colegios que sirvieron para que la gente pueda votar. El trámite en sí, duró pocos minutos, porque la disponibilidad y ordenamiento que se tuvo, hacían que la gente no se demore más de alrededor de 10 minutos dentro del establecimiento. Muchos llevaron su propia lapicera, como había pasado en las PASO de septiembre. Sin embargo, si se olvidaba este elemento, desde la presidencia de mesa se le proporcionaba para que registren su firma.

En este sentido se notó mucha militancia de las juventudes de todos los partidos políticos, que en su mayoría, se volcaron a ser fiscales de mesa, custodiando los votos y siendo rigurosos en su trabajo.

Correcta función

Por la pandemia, apareció un nuevo protagonista en estas elecciones: el facilitador sanitario. El integrante del comando electoral tuvo entre sus roles, el ordenar el ingreso de los votantes, constatar el correcto uso de tapabocas, hacer respetar el distanciamiento social de dos metros entre las personas y limitar la capacidad de personas en los lugares de votación. Se estima que esta función, desaparezca, cuando termine la pandemia que aún hace estremecer a todos los países.

La organización corría por cuenta de cada uno de estas personas. Algunas pusieron filas correspondientes a cada una de las mesas, otros directamente estaban dentro de los establecimientos y desde allí tenían un panorama más amplio de todo el lugar. Lo bueno es que se cumplieron los protocolos sanitarios, que en este sentido, es más que importante, dado el contexto de la pandemia.