La oposición de izquierda, liderada por Jonas Gahr Store, del Partido Laborista, ganaba este lunes las elecciones parlamentarias en Noruega, dominadas por el rumbo del sector petrolero del país y el cambio climático, según las proyecciones publicadas al cierre de los comicios.
Se esperaba que de los 169 escaños del Storting, el parlamento unicameral noruego, 104 se distribuyan entre los cinco partidos de la oposición, cifra suficiente para desbancar a la coalición de derecha de la conservadora primera ministra Erna Solberg, según la agencia de noticias AFP.
El Partido Laborista, la otra gran fuerza del país además de los conservadores y que reúne 88 bancas, iba incluso camino de la mayoría absoluta con sus aliados favoritos, el Partido de Centro y la izquierda socialista, sin necesitar a las otras dos fuerzas de la oposición, la ecologista MDG y la comunista Rodt.
Store, un millonario de 61 años, licenciado en ciencias políticas en París y que fue ministro con Jens Stoltenberg entre 2005 y 2013, hizo una campaña contra la desigualdad social.
"Tengo un buen presentimiento", manifestó el probable próximo primer ministro cuando depositaba su voto en un colegio de Oslo ayer, ya que la votación se abrió un día antes en las principales ciudades.
Una cifra récord de más de 1,6 millones de noruegos, el 42,3% del electorado, recurrió al voto anticipado.
El foco de la campaña electoral estuvo definido por la problemática del calentamiento global y la industria petrolera.
A principios de agosto, un grupo expertos en clima de la Organización de Naciones Unidas (ONU) emitió un "alerta roja para la humanidad" y obligó al país a reflexionar sobre el destino de las actividades petroleras que lo hicieron inmensamente rico.
MDG pide el cese inmediato de todas las prospecciones petrolíferas y poner fin a la explotación petrolera en 2035, propuesta que rechaza Store, y que al igual que los conservadores descarta renunciar a las ganancias del petróleo y aboga por una retirada gradual.
"Quiero una sociedad más justa con oportunidades para todos, que nos esforcemos por poner a todos a trabajar. Esa es la prioridad número uno", expresó Store, abogó por una "política climática justa" y aseguró que hablaría con todas las partes implicadas.
En Noruega, país de 5,4 millones de habitantes, el sector petrolero representa el 14% del Producto Interior Bruto, más del 40% de las exportaciones, 160.000 empleos directos.
"La demanda de petróleo está en declive. Esto ocurre por sí mismo, por la ley del mercado. No hay que decretarlo sino tender puentes hacia futuras actividades", declaró el responsable jefe de energía del Partido Laborista, Espen Barth Eide.
Los conservadores noruegos estuvieron ocho años en el poder, un récord, en medio de múltiples crisis, de los migrantes a la caída de los precios del petróleo, pasando por la pandemia de coronavirus.
La popular primera ministra dañó su imagen al violar sus propias reglas de distanciamiento social durante la celebración de su 60º aniversario en marzo.