Nueva Zelanda reconoció que su ambiciosa estrategia de "cero Covid" podría ya no ser viable, al continuar la propagación de un brote de la contagiosa variante Delta del coronavirus que ya acumula más de 70 casos.
En Australia, en tanto, el estado donde queda la ciudad de Sydney, también golpeado por la variante Delta, informó hoy 830 nuevos casos, un récord a nivel nacional por segunda día seguido, luego de que autoridades extendieran su confinamiento un mes más.
La policía del estado de Nueva Gales del Sur detuvo ayer a 250 personas y multó a más de 900 por participar de una protesta en Sydney contra la extensión del confinamiento, que rige desde junio pasado, cuando comenzó el actual brote de la variante Delta.
En Nueva Zelanda, el ministro encargado de la respuesta a la pandemia informó hoy otros 21 casos como parte del brote aparecido la semana pasada en Auckland, la capital, después de seis meses sin infecciones locales, lo que provocó un cierre nacional.
El ministro encargado de la respuesta a la Covid-19, Chris Hipkins, informó de otros 21 casos en un foco contagioso que emergió la semana pasada en Auckland, la capital, después de seis meses sin infecciones locales, lo que provocó un cierre nacional decretado hasta el martes que podría extenderse en algunas zonas.
"La escala del riesgo de contagio y la velocidad a la que se propaga el virus es algo que, pese a toda la mejor preparación en el mundo, puso a nuestro sistema sanitario en aprietos", dijo Hipkins, informó la agencia de noticias AFP.
"La escala del riesgo de contagio y la velocidad a la que se propaga el virus es algo que, pese a toda la mejor preparación en el mundo, puso a nuestro sistema sanitario en aprietos"
La elogiada estrategia neozelandesa contra la Covid-19, que dio como resultado solo 26 muertes en una población de 5 millones, se centra en eliminar el virus de la comunidad mediante estrictos controles fronterizos y cierres totales cuando se detectan casos.
Sin embargo, la aparición de la variante Delta obliga a replantear la estrategia del Gobierno de la primera ministra Jacinda Ardern.
La Delta "no se parece a nada que hayamos enfrentado antes en esta pandemia", admitió Hipkins.
"Cambia todo, significa que toda nuestra preparación existente se ve menos adecuada y surgen grandes dudas sobre nuestros planes de largo plazo", agregó el ministro.
La vecina Australia también siguió una estrategia de "cero Covid", y la propagación de la variante Delta generó frustración entre las autoridades.
El brote en Nueva Zelanda puso de relieve la lenta campaña de vacunación en el país, donde solo 20% de la población está plenamente inoculada.
"La complacencia e incapacidad del Gobierno de asegurar y entregar la vacuna nos dejó expuestos, completamente vulnerables a la variante delta", reclamó Chris Bishop, vocero del opositor Partido Nacional.
Hipkins insistió en que la eliminación del virus sigue siendo la prioridad frente al actual brote, que acumula 71 casos activos.
La vecina Australia también siguió una estrategia de "cero Covid", y la propagación de la variante Delta generó frustración entre las autoridades.
En Australia, el brote iniciado en Nueva Gales del Sur en junio ya se extendió de Sydney, la ciudad más grande y poblada de Oceanía, a las otras dos mayores ciudades del país, Melbourne, que está confinada, y Canberra, que lo estuvo hasta la semana pasada.
Las autoridades de Salud de Nueva Gales del Sur informaron hoy 830 nuevos casos, un récord nacional que supera el de 825 que había sido informado ayer para toda Australia.
Otras tres personas murieron de Covid en Nueva Gales del Sur en las últimas 24 horas, lo que elevó a 71 el total de decesos desde que se inició el rebrote, el 16 de junio, dijeron las autoridades.
Sydney iba a poner fin a su encierro el 28 de agosto, pero el Gobierno estatal anunció hace dos días que seguirá hasta el 30 de septiembre.
Australia, de 25 millones de habitantes, acumula más de 43.000 casos y 978 muertes desde el inicio de la pandemia.