En cualquier administración provincial -la nacional ni hablar- las Subsecretarías de Prensa tienen un rol fundamental a la hora de sopesar y de avizorar cualquier elección; de ordenar encuestas, tanto extra como intramuros, siendo estas últimas científicas que han de ordenar el rumbo de cualquier gobierno.
En la era de las luces de las comunicaciones, no se debe soslayar el cientificismo que emanan de las encuestas, aunque sabemos que, como se anotó en párrafo anterior, están las que el gran público debe saber, las llamadas “para la gilada”, y las otras verdaderas que solo las conoce el círculo áulico del gobernante.
Según se desprende del Ministerio del Interior, sacado a hurtadillas por algún curioso periodista, en tres a cuatro meses las elecciones en La Rioja le serán adversas al oficialismo local, con el agravante que si pierde impiadosamente, remontar para el 2023 le será difícil.
Capital y Chilecito, según estos datos, son los departamentos donde más profundo sería el desastre, producido por una serie de desatinos que, como reza el título la necedad no deja ver el bosque.
Un encumbrado hombre ministerial que pidió el anonimato decía que “es muy estúpido pelearse con el vecino de la derecha, de la izquierda y del frente… y también con el del fondo; eso es precisamente lo que está haciendo el quintelismo: Abrir frentes inecesarios".
“Y peor aún -analizaba- la titular de Prensa y Difusión tiene un enorme entusiasmo para cosechar enemigos tanto propios como extraños pero, paradójicamente, por ahora es una intocable a pesar de su desconocimiento supino sobre cómo manejar un área tan sensible”.
Y precisamente nos detenemos en este punto, si las elecciones en La Rioja se suceden tal como preven las últimas encuestas que preocupan al gobierno nacional -aunque ya tendría otro ensayo para morigerarlas- Santángelo tendrá una doble cuota de culpabilidad pues su responsabilidad en informar adecuadamente y convencer al electorado, es mucha.
Doble porque está peleada con varios medios a quienes les ha retirado o nunca otorgado pauta publicitaria oficial; y porque se iniciaron los prolegómenos de varios juicios por deuda a algunos medios de comunicación que, aunque montos mínimos ante el monumental gasto dinerario en otras áreas, no dejará de causarle varios dolores de cabeza; y porque está enemistada con más de medio gabinete.
Ha convencido a algunos en el gobierno que la “política del twitter” es la que marca la agenda. Es posible, pero apenas para un puñado de funcionarios que desearían comunicar de otra manera. El común de las personas NO utiliza esta red social; decenas de miles que no interactúan con el pajarito.
Hay sensatos en el gobierno que piden a gritos un cambio radical en el área, pero el gobernador se mantiene firme en su postura de defender a ultranza a la jefa de Prensa.
Y finalmente parafraseamos otro célebre dicho: “No llores como una mujer, lo que no supiste defender como un riojano”. ¡Pobre Boabdil el día en que cayó Granada!