Alguna vez la “Ciudad de los Sueños” anunciada estrepitosamente y en la que muchos riojanos creyeron, y que llevó al actual gobernador al Palacio Municipal, se convirtió al cabo de varias gestiones en un mal sueño; aquella ciudad no dista mucho de esta donde los funcionarios municipales carecen -a falta de dinero- de la más remota imaginación para generar recursos y que a la postre han llevado al departamento Capital a un verdadero desastre.

Ricardo Quintela ganó por varios motivos: uno de los principales es que Alberto (Fernández), “El Cruel Poeta Impopular”, diría Oberdán Rocamora, columnista estrella de Jorge Asis Digital, le dio varias manos por una vieja rencilla y o más bien tirria hacia Luis Beder Herrera, un hombre avezado en las lides políticas.

Y entre otros motivos, le llovió suficiente plata, porque las elecciones se ganan con plata, veredes Sancho, líquido del que Beder carecía y si tenía, también tenía cosido los bolsillos de sus pantalones. De lo contrario otro habría sido el resultado, además de las traiciones y argucias tan propio de la política. O lo que han hecho de la política.

Pero esta vez el “Gitano” no proclamó la “Provincia de los Sueños”, habría sido demasiado, porque parafrasearse a sí mismo hubiese sido azuzar o desempolvar el recuerdo de los riojanos.

Ganó. En política todos los argumentos están de más. Ganó y cualquier otro análisis son sepultados por la realidad.

Pero la realidad esconde algunos considerandos. Quien no supo manejar las riendas de un pequeño municipio de una pequeña provincia, menos iba a manejar con soltura y con decoro toda una provincia. Según los datos que se tienen a la vista, dinero no falta. Al son de la pandemia, Nación envió lo suficiente para manejar con eficiencia los fondos de La Rioja.

Parodiando los que nos toca a todos sin distinción de clases “toca, toca, toca el bombó, al compás de la pandemia, que el pueblo se muere de hambre de la mano de la endemia (de los políticos riojanos)”, y a la espera de próximas publicaciones urticantes, ya que las huellas dactilares y el teclado son amigos inseparables, vamos a desmitificar algunas cuestiones.

Paradójico. En el momento que mejor podría gobernar Ricardo Quintela, lo hace peor. A causa de la pandemia está parada la Legislatura, el Poder Judicial. El Tribunal de Cuentas; todos invernados, gordos y satisfechos. Podría hacer y deshacer y tomar decisiones políticas en el ámbito político para mejorarlo todo.

“Todos somos honrados pero el poncho no aparece” dicen algunos intendentes sobre los remanidos 400 mil pesos que “le damos a los changos”. Ah! Y que la Luz refuerce la ayuda a todas las radios.

Lo primero no lo sabemos. Tal vez otro agujero negro que intenta atragantarse con alguna torta gigantesca. Y si es semanal, “es un poco mucho” se escuchó decir a un “chango”.

No está de más recordar que en la época de Menem Presidente, La Rioja recibió fondos fantásticos, con lo que se podría haber logrado una Rioja modelo, pero esos fondos fueron a parar a varios agujeros negros que hizo desaparecer en su fauces varios miles de millones de dólares.

Esta masa dineraria del universo poblacional, fue a parar fuera de La Rioja; casas, departamentos, lujos exhorbitantes cuyo resultado fue una provincia que seguía y sigue empobrecida, dependiente y mendicante del puerto.

Como pocas veces, La Rioja emergió desoladamente en los medios nacionales donde la oposición local aprovechó el levantamiento del sector comercial para, además de quebrantar el distanciamiento y normas al respecto, hacer sus reclamos violando todas las normas sobre la pandemia.

Todos, de una forma u otra, estamos sufriendo los efectos de la pandemia; todos tenemos un familiar, amigo o cercano que se nos murió o enfermó por el Covid19. Todos, en definitiva, sufrimos los efectos devastadores de la economía caída.

Esta es la peor hora del gobierno de Quintela, con funcionarios que en realidad no funcionan, dixit Cristina.

Pero lo peor de todo es la mentira. No es verdad que todas las emisoras reciben su pauta publicitaria como dijo Juan Luna Corzo. Hay varias que han desaparecido o están en miras de evaporarse; profesionales sin trabajo, familias enteras humilladas porque la omnipresente funcionaria Luz Santángelo le caen mal ni tiene un solo argumento para explicar el porqué se quito el ciento por ciento de la pauta publicitaria a algunos medios.

Su percepción equivocada y paupérrima de lo que son los medios de comunicación la han llevado a refugiarse en unos cuantos caracteres de Twitter, que representa toda su realidad.

Pero no obviemos que, con la venia de Quintela, se le da una enorme remesa publicitaria a algunos medios radiales y escritos, con los cuales cree que tiene a toda la provincia “informada”.

De todas formas desmentimos la especie del Jefe de Gabinete en el sentido que a todas las radios se les da una ayuda financiera. Muchas han quedado al desnudo, como se probará oportunamente cuando se publique cuánto recibe cada medio y qué medio no recibe absolutamente nada.

Y finalmente, después de mucho andar no se ha podido hablar en forma directa con el gobernador; tampoco con Luz Santángelo quien -hay pruebas al respecto- no atiende a quien no quiere atender.

En tanto los oídos y los ojos del gobernador, dan cuenta por lo bajo que Quintela está enfermo y que quienes comandan el gobierno son dos funcionarios de su más íntima confianza.