Vi las cabezas de mis críos aplastadas en sus muros;
“destruimos las ciudades, hombres, mujeres y niños” (1).
Blasfemo pregón y escriba, hijos de la tribu del expolio,
pues santificaron mensajes y versículos apócrifos.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
“Tomamos y matamos en toda ciudad -parte de dios-
a hombres, mujeres y niños. Y tomamos el ganado,
y los despojos ajenos”(2), cuenta al mundo ruin heraldo.
Y la tierra, la tierra seca que habitamos nos quitaron.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
“De las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios
te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida,
sino que las destruirás”(3); y ese recuerdo en mis retinas,
yo, Canaán, semita, de estirpe arábiga aún resguardo…
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
“Y destruyeron a filo de espada lo que en la ciudad había;
hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes,
las ovejas, y los asnos”(4) han escrito falsos amanuenses.
Soberbios –“¡oh¡ raza de víboras”- envanecían sus piras.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Y ese dios, deidad cruel y vengativa inspiró aquel salmo:
“Dichoso el que tomare y estrellare tus niños en la piedra”(5).
Igual que ahora, cuando fue usurpada Palestina.
(Y desde la colina, regodeados, otearon la matanza).
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Y ese mismo dios les dijo, “no dejarás ningún sobreviviente;
te consagrarás al exterminio y heredarás sus ciudades”(6):
Jericó, Ugarit, Tiro, Sidón, Biblos, Damasco y Gaza; y éramos amorreos, jebuseos, hicsos, filisteos, fenicios, arameos…
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
“Empálalos, les dijo a todos los jefes del pueblo”(7) ese dios
miserable, genocida, celoso y cansado, cruel y vengativo.
(Ya habría de venir el arameo, el buen Jesús el palestino,
a evocar la misericordia del Eterno, Uno, Dios de amor).
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Dijo el buen Jesús: “Raza de víboras, asesinos de profetas,
que caiga sobre vosotros la sangre inocente derramada
sobre la tierra”(8); de todos los tiempos, sangre mancillada,
les repitió Jesús el Nazareno, Jesús, de estirpe palestina.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
El nuevo mandamiento, eco de Jesús en las colinas,
después de tanta sangre y dioses de la nada redivivos.
Profeta arameo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”(9).
Eso dijo y eso escuché en las tierras de la vieja Palestina.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Urdieron para él un vil castigo; innoble fin del Nazareno;
creyeron que colgado le mataban (así Dios les hizo ver).
Excelso, el fiero enviado arameo nos prometió volver,
aquel día en que las almas se sacudan con los truenos.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
El buen Jesús el nazareno, el palestino, el arameo
antes del viaje a su morada nos habló sobre Muhammad:
“Es necesario que yo me vaya para que venga Ahmad”(10).
Eso oímos, y mucho más, los hijos de Canaán y los hebreos…
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Después la nada; y Tito y el destino y el destierro;
Rosa de los Vientos para quienes todo lo perdían.
Destrucción, muerte y el exilio. Año setenta decían.
No hay peor eslabón que de las almas su encierro…
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Señor de los profetas y el primero entre los árabes
-Muhammad- llegó a la Ka‘ba; mi amado entre diez mil,
Porque ya lo dijo Jesús y el venerable Habacuc: “De allí,
de Farán, llegará el Santo”(11). ¡Oh! entrañable vaticinio.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Cierta noche rodeada de portentos, arcanos y de ángeles
Al.lah transportó al último Profeta allí donde nadie llega;
última morada del más alto cielo; allí no habitan las penas:
Meca, Jerusalén, y le invitó a la bóveda del límite celeste.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
En regio Buraq(12) llegó Muhammad de estirpe “Ibrahimía”,
al Trono que hace palpitar al universo; a nada se asemeja;
confín del conocimiento, donde el amado recibió la ciencia.
Al Quds(13), Al Aksah(14), almas de abolengo “hashimía”.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Santificó el Profeta antiguo templo y allí dejó su huella,
El Quds es nuestro; el viento, desde el Golán hasta el mar;
así está escrito en la memoria desde la era de Abraham.
Y está escrito: la simiente de Ismael heredaría la tierra.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Y fui testigo otra vez, de los rojos jázaros(15) que usurparon
Palestina. No sólo Palestina conquistaron, sino el mensaje
de Moisés. Y usurparon el término semita; falsearon su linaje
falsas sus “verdades” divulgadas que al mundo hartaron.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
Y yo, semita verdadero, palestino, árabe, soy testigo
de la vieja historia resurgida con mis niños muertos,
mis niños, mis niños, mis madres, los viejos nuestros;
no hay dolor más grande que mirar el nuevo genocidio.
¡Ay Palestina!
Igual que ahora.
(Y desde la colina, regodeados, otearon la matanza).
¡Palestina eterna! Juro por Al.lah que volverás a ser
pacífica en las manos de tus dueños que al volver
vivificarán la tierra, la alegría, la sonrisa, la esperanza.
¡Ay Palestina!
NOTAS
(1) Deuteronomio 3:6
Versos Paralelos
La Biblia de las Américas
Las destruimos totalmente, como hicimos con Sehón, rey de Hesbón, exterminando a todos los hombres, mujeres y niños de cada ciudad;
La Nueva Biblia de los Hispanos
"Las destruimos totalmente, como hicimos con Sehón, rey de Hesbón, exterminando a todos los hombres, mujeres y niños de cada ciudad.
Reina Valera Gómez
Y las destruimos, como hicimos a Sehón, rey de Hesbón, destruyendo en toda ciudad a hombres, mujeres y niños.
Reina Valera 1909
Y destruímoslas, como hicimos á Sehón rey de Hesbón, destruyendo en toda ciudad hombres, mujeres, y niños.
Biblia Jubileo 2000
Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, destruyendo toda ciudad, hombres, mujeres, y niños.
Sagradas Escrituras 1569
Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, destruyendo toda ciudad, hombres, mujeres, y niños.
(2) Y destruyeron a filo de espada todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas, y los asnos ... (Josué 6, 21)
(3) Deuteronomio 20:16
Versos Paralelos
La Biblia de las Américas
Pero en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire,
La Nueva Biblia de los Hispanos
"Pero en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire,
Reina Valera Gómez
Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida nada que respire;
Reina Valera 1909
Empero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida;
Biblia Jubileo 2000
Solamente de las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida nada que respire;
Sagradas Escrituras 1569
Solamente de las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida;
(4) Josué 6:21
Versos Paralelos
La Biblia de las Américas
Y destruyeron por completo, a filo de espada, todo lo que había en la ciudad: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, bueyes, ovejas y asnos.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Destruyeron por completo, a filo de espada, todo lo que había en la ciudad: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, bueyes, ovejas y asnos.
Reina Valera Gómez
Y destruyeron a filo de espada todo lo que había en la ciudad; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, ovejas y asnos.
Reina Valera 1909
Y destruyeron todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, mozos y viejos, hasta los bueyes, y ovejas, y asnos, á filo de espada.
Biblia Jubileo 2000
Y destruyeron todo lo que había en la ciudad; hombres y mujeres, mozos y viejos, hasta los bueyes, las ovejas, y los asnos, a filo de espada.
Sagradas Escrituras 1569
Y destruyeron todo lo que había en la ciudad; hombres y mujeres, mozos y viejos, hasta los bueyes, y ovejas, y asnos, a filo de espada.
(5) Salmos 137:9
Versos Paralelos
La Biblia de las Américas
Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños contra la peña.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños Contra la peña.
Reina Valera Gómez
Bienaventurado el que tomare y estrellare tus niños contra las piedras.
Reina Valera 1909
Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños Contra las piedras.
Biblia Jubileo 2000
Dichoso el que tomara y estrellara tus niños a las piedras.
Sagradas Escrituras 1569
Dichoso el que tomará y estrellará tus niños a las piedras.
(6) Pero en las ciudades de esos pueblos que el Señor, tu Dios, te dará como herencia, no deberás dejar ningún sobreviviente. Consagrarás al exterminio total a los hititas, a los amorreos, a los cananeos, a los perizitas, a los jivitas y a los jebuseos, como te lo ordena el Señor, tu Dios" (Deuteronomio 20: 16-17)
(7) Números 25: 4-11 "El Señor dijo a Moisés: «Toma a todos los jefes del pueblo y cuélgalos (en otras traducciones dicen "empálalos").
(8) Mateo 23:34: Por eso, he aquí que yo envío a vosotros profetas, sabios y escribas: a unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad,
Mateo 23:35: Para que caiga sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien matasteis entre el Santuario y el altar.
Mateo 23:33 «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna?
Mateo 23:37: «¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!
(9) Lucas 10:27: Respondiendo él, dijo: Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
(10) Juan 16:7:
Versos Paralelos
La Biblia de las Américas
“Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré”.
La Nueva Biblia de los Hispanos
"Pero Yo les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador (Intercesor) no vendrá a ustedes; pero si me voy, se Lo enviaré.
Reina Valera Gómez
Pero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo me vaya; porque si yo no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
Reina Valera 1909
Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría á vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré.
Biblia Jubileo 2000
Pero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo me vaya; porque si yo no me voy, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me voy, os lo enviaré.
Sagradas Escrituras 1569
Pero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo me vaya; porque si yo no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
(11) Habacuc 3:3 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion
“Viene Dios de Temán, el Santo, del monte Parán. [Pausa.] Su majestad cubre los cielos, de su gloria está llena la tierra”.
(12) Buraq. Monta única y exclusiva que usó el Profeta Muhammad (pbd), para realizar su viaje celestial desde La Meca a Jerusalén y desde allí ascender al Límite de los cielos.
(13) Quds: Jerusalén
(14) Al Aqsah: Esta denominación (masyid al Aqsah: La Mezquita Lejana) es el tercer templo más sagrado del Islam, después de Medina y La Meca, construida en Al Quds (Jerusalén) y con serio peligro de colapso por las excavaciones realizadas por el régimen ocupante de Palestina.
(15) Los jázaros fueron un pueblo no semita que se convirtió al judaísmo, con sus formas particulares, en el 950 aproximadamente de la era cristiana, y que fueron llamados –aún hoy- askenazis, y que coparon la religión mosaica, como asimismo fueron quienes usurparon la Palestina. El eximio escritor de raíces judías, Arthur Koestler, en su no menos célebre obra “La decimotercera tribu”, anticipó la polémica tesis según la cual los judíos askenazís no descienden de los antiguos judíos sino de los jázaros, un pueblo turco del Cáucaso que se convirtió masivamente al judaísmo en el siglo VIII d. C. y más tarde fue desplazado hacia el oeste, para arraigarse en Rusia, Ucrania y Polonia. Koestler afirmó que parte de su intención al escribir esta obra fue desarmar el antisemitismo, derribando la identificación de los judíos europeos con los hebreos bíblicos”; como también la tesis del Dr. Mahmud Saleh Jarnub, argentino-árabe, fallecido recientemente y lamentablemente poco conocida (“Hungría no ha muerto”), en la que –como ninguna otra obra sobre el tema- desgrana con sus viajes a Hungría y copiosa documentación la saga de los llamados “judíos rojos” que nada tienen que ver con el semitismo.