La vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, cuyo uso fue suspendido en varios países por un efecto adverso, fue respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el primer ministro británico, Boris Johnson, quien aseguró que él mismo se vacunará con ese fármaco desarrollado en la Universidad de Oxford.
Los beneficios que aporta "superan a los riesgos", aseguró la OMS después de que países como Italia, Francia, Alemania y Noruega, entre otros, suspendieran temporalmente su uso tras detectarse casos de trombosis graves en personas que la habían recibido.
La OMS destacó que es habitual que en las campañas de vacunación los países señalen posibles eventos adversos después de la vacunación, lo que "no necesariamente significa" que los eventos estén relacionados con la vacunación en sí, aunque "es una buena práctica investigarlos", informó la agencia de noticias Europa Press.
En ese sentido, el organismo de salud de la ONU aseguró que mantiene un contacto regular con la Agencia Europea de Medicamentos y los reguladores de todo el mundo para obtener la información más reciente sobre la seguridad de esta vacuna.
Asimismo, el primer ministro británico respaldó el uso del fármaco de AstraZeneca al asegurar que él se aplicará esa vacuna, tal como hizo su par de Tailandia al aplicárselo para generar confianza después de que el país hubiera suspendido su uso.
"Lo mejor que puede decir sobre la vacuna de Oxford y AstraZeneca es que me vacunaré muy pronto (y) lo haré con esta vacuna", aseguró.
Sin embargo, sus declaraciones generaron algunas críticas, dado que los británicos no pueden elegir qué vacuna recibir ni existe preferencia de unas dosis sobre otras para "grupos poblacionales específicos", según las autoridades de Salud británicas.
Poco antes, el ministro de Salud británico, Matt Hancock, junto a Jeremy Brown, miembro de la junta de asesores sobre la vacuna en el Reino Unido, hicieron hincapié en su defensa de la vacuna durante una rueda de prensa en la que también estaba presente el ministro de Economía y Energía, Kwasi Kwarteng.
"No existen pruebas de que estas vacunas provoquen trombosis", expresó Hanckock en declaraciones al diario The Sun, y aclaró que los coágulos "pueden producirse de forma natural y son comunes".
Kwarteng, por su parte, reafirmó los dichos de Hancock y llamó a la población a no desperdiciar la oportunidad de vacunarse.
"La primera cosa que quiero decir es que la vacuna es segura. Si la gente recibe una llamada, creo que deberían vacunarse", expresó en declaraciones a la cadena de noticias BBC.
No obstante, rechazó pronunciarse sobre la posibilidad de que la decisión de detener la vacunación sea política.
Asimismo, Brown afirmó que no cree que se puedan vincular las trombosis a la vacuna "en ningún caso" y se mostró seguro de que se trata de un "evento fuera de lo común".
"Utilizar esto como motivo para dejar de utilizar la vacuna cuando sabemos de su alta efectividad es insensato", subrayó.