El Gobierno italiano anunció este viernes que establecerá una "zona roja" a nivel nacional desde el próximo lunes y hasta el domingo de Pascua, el 4 de abril, para limitar los desplazamientos entre las 20 regiones y frenar así la difusión del coronavirus, luego de la suba en la curva de contagios de los últimos días.
Más temprano el Gobierno que encabeza Mario Draghi había dispuesto que "en los días 3, 4 y 5 de abril" se declaren como zona roja todas las regiones, a excepción de las que hayan registrado menos de 250 contagios semanales cada 100.000 habitantes en las últimas tres semanas, pero luego el Ministerio de Salud amplió esa "zona roja", que correrá desde el próximo lunes 15 hasta el fin de las celebración de Pascuas.
Así, a través del decreto dado a conocer este viernes tras la reunión de Gabinete, todas las regiones italianas menos la isla de Cerdeña quedarán catalogadas como de "alto riesgo epidemiológico", con prohibición de desplazamientos internos y cierre de fronteras salvo urgencias o motivos de trabajo y salud.
En "zona roja" se prohíbe la apertura de bares y restaurantes para consumos dentro de los locales y para envíos a domicilio, además de mantenerse el toque de queda nocturno entre las 22 y las 5.
La medida afectará así a partir del lunes a las regiones más pobladas del norte de la península, entre ellas Lacia, y la capital Roma, y Lombardía, con Milán, precisó el ministerio de Salud.
Esta es la medida más fuerte que se toma desde el confinamiento que se aplicó el año pasado, durante los primeros meses de la pandemia, que impedía a los ciudadanos salir de sus casas sin un permiso específico. En este caso la restricción será para interactuar entre localidades.
Italia, que esta semana superó la barrera de las 100.000 muertes, vive un fuerte aumento de contagios y decesos, mientras los hospitales amenazan con verse desbordados, en gran parte debido a la variante británica.
Aunque el país puso en marcha su plan de vacunación a finales de diciembre, las entregas se han ralentizado considerablemente y solo 1,8 millones de personas --de una población de 60 millones-- habían recibido dos dosis de vacuna hasta el viernes.
"Soy consciente que las medidas de hoy tendrán consecuencias sobre la educación de los hijos, la economía y el estado psicológico de todos nosotros", admitió Draghi al presentar esta tarde el nuevo plan de vacunación del país.
De todos modos, el premier planteó que las nuevas restricciones "son necesarias para evitar un empeoramiento que volvería inevitable procedimientos incluso más fuertes".