En Chile, con más de 780.000 casos y casi 20.000 muertos, un nuevo cargamento con 161.850 vacunas de Pfizer/BioNTech contra el coronavirus arribó este juevesy serán destinadas "preferentemente" a trabajadores de la educación, indicaron las autoridades sanitarias, que precisaron que ahora ya son 200.000 las dosis de este laboratorio estadounidense-alemán en el país.
El sexto país con más casos de coronavirus en Sudamérica reportaba esta tarde 2.577.369 inmunizados desde el inicio de la campaña el 24 de diciembre, con los adultos mayores como primer grupo.
El ministro de Salud, Enrique Paris, adelantó en conferencia de prensa que la próxima semana se espera la llegada de otro cargamento con 190.000 dosis de Pfizer/BioNTech y el arribo de cuatro millones de dosis de la china Sinovac.
“Vamos a tener vacunas suficientes para continuar vacunando los que quedan del primer grupo", afirmó Paris e indicó que “para el final de este semestre queremos llegar a 15 millones de inmunizados”.
En cambio, en el país más golpeado de la región -Brasil, con casi 10 millones de casos y más de 240.000 decesos- la campaña de vacunación en el país de 209 millones de habitantes, se ve entorpecida por la escasez de inmunizadores.
Al menos nueve capitales de estados brasileños sufren escasez de vacunas, una situación "inadmisible", afirmó Jonas Donizette, el titular del Frente Nacional de Alcaldes, un bloque donde están representadas las capitales y ciudades con más de 100 mil habitantes.
Río de Janeiro (capital del estado homónimo), Salvador (Bahía), Campo Grande (Mato Grosso do Sul), Teresina (Piauí) y Cuiabá (Mato Grosso) ya suspendieron la inmunización contra el coronavirus.
Hasta esta tarde, el gobierno del presidente Jair Bolsonaro distribuyó 11,8 millones de dosis entre los 27 estados y fueron vacunados 5,4 millones de personas, lo que representa el 2,5 % de la población brasileña.
Y en Perú, donde se registraron más 1,2 millones de casos y 44.056 fallecidos por coronavirus, el escándalo por la vacunación en secreto con dosis de la china Sinopharm de casi 500 personas, que devino en la renuncia de la ministra de Salud y la canciller e involucra al exmandatario Martín Vizcarra, siguió generando dimisiones.
Las autoridades de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), encargada del ensayo clínico de la vacuna china, renunciaron a sus cargos luego de que aparecieran en la lista de 487 personas que fueron inmunizados antes de que empezara la campaña en el país.
Perú compró un millón de vacunas a Sinopharm pero no son suficientes para el personal prioritario, conformado por 1,1 millones de personas entre médicos, enfermeras, policías, bomberos y barrenderos.
En menos de un año, murieron en todo el país 310 médicos, 125 enfermeras y más de 500 policías por coronavirus, y hasta este jueves apenas 68.000 trabajadores sanitarios habían sido inoculados.
En ese contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los laboratorios farmacéuticos AstraZeneca y Pfizer que respeten sus compromisos con el dispositivo internacional de distribución de vacunas Covax, la coalición de 172 naciones que busca garantizar la inmunización de las poblaciones más pobres.
"Con la homologación de las dos versiones de la vacuna de AstraZeneca, Covax está preparado para desplegar las vacunas y espera que varios fabricantes respeten sus compromisos", declaró el director ejecutivo de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en conferencia de prensa.
La agencia de la ONU homologó, con carácter de urgencia, la vacuna de Pfizer/BioNTech el 31 de diciembre y el 15 de febrero la de Oxford/AstraZeneca, producida en India por Serum Institute of India (SII) y Corea del Sur.
Las de AstraZeneca representan el grueso de los 337,2 millones de dosis de vacunas que prevé repartir durante el primer semestre de 2021 el dispositivo Covax, que persigue dotar de vacunas contra a un 20% de la población de casi 200 países y territorios, e incluye un mecanismo de financiación para que 92 economías de ingresos medios y bajos puedan acceder al inmunizante.
La pandemia que comenzó en diciembre de 2019 ya contagió a más de 110 millones de personas y causó la muerte de casi 2.5 millones en todo el mundo.
En Estados Unidos, el país más castigado con más de 27 millones de casos y casi 500.000 muertos, la esperanza de vida disminuyó la impactante cifra de un año en la primera mitad de 2020, con el coronavirus como uno de los principales motivos, informó la red estatal de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los datos del informe del Centro de Estadísticas de los CDC muestran que la esperanza de vida de toda la población estadounidense cayó a 77,8 años, similar a lo que era en 2006. Este brusco cambio reflejó asimismo desigualdades raciales y étnicas, ya que en comparación con 2019, la esperanza de vida de los afroamericanos en el país disminuyó aproximadamente tres veces más que la de las personas blancas no hispanas (en 2,7 años) y el doble para los hispanos (1,9 años).
Esta brecha en la esperanza de vida de las personas negras y blancas se habían reducido en los últimos años, pero estas últimas cifras revierten parte de ese progreso.