La variante británica del coronavirus, que ya representa el 20% de todos los casos de coronavirus registrados en Alemania, se esta convirtiendo en "dominante", alertó este miércoles el ministro de Salud, Jens Spahn.
"Nos preocupa especialmente la variante encontrada en el Reino Unido. Hace dos semanas, esta variante representaba algo menos del 6% de las muestras examinadas. Desde entonces es superior al 20, a más del 22%", dijo el Ministro en una conferencia de prensa.
Para determinar esta proporción las autoridades sanitarias alemanas analizaron unos 23.000 test PCR positivos y secuenciaron el virus.
"Esto significa que, como ya se observó en otros países, la proporción de infecciones con esta variante del virus se duplica aproximadamente cada semana. Es de esperar que también se convierta en dominante en nuestro país", advirtió Spahn, citado por la agencia de noticias AFP.
La proporción de la variante sudafricana está en un nivel mucho más bajo, alrededor del 1,5%, dijo.
Desde el domingo, Alemania introdujo controles en varias de sus fronteras para contrarrestar estas variantes, una medida que suscita críticas en Europa.
Además, la canciller alemana, Angela Merkel, alcanzó la semana pasada un acuerdo con los titulares de los 16 estados federados para prolongar hasta el próximo 7 de marzo las medidas de confinamiento por el coronavirus.
Asimismo, reconoció que hubo deficiencias en la gestión para frenar la segunda ola de contagios.
Alemania superó este miércoles las 66.000 muertes por coronavirus, al sumar más de medio millar de fallecimientos en la última jornada.
El Instituto Robert Koch, el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, indicó que durante las últimas 24 horas se detectaron 7.556 casos y 560 fallecidos, lo que sitúa los totales en 2.350.399 y 66.164, respectivamente.
Asimismo, resaltó que la incidencia acumulada durante los últimos siete días sigue descendiendo y se sitúa en 57 casos cada 100.000 habitantes, según la agencia de noticias Europa Press
El Gobierno destacó que su objetivo es lograr que la incidencia acumulada caiga por debajo del 50, cifra que considera como la necesaria para permitir destensar el sistema sanitario y retomar las tareas de rastreo y cuarentenas localizadas.