Se trata del segundo incremento que realiza la empresa tras el alza de 2,9% que realizó hace 10 días, para trasladar a los valores del surtidor los incrementos en los precios de los biocombustibles (es obligatorio la mezcla para la nafta y el gasoil).
Este aumento está explicado mayoritariamente por el incremento de 7,7% del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y el del dióxido de carbono (IDC), que implica una suba de los precios finales de entre 1,5% y 2%.
El resto es para mejorar márgenes de rentabilidad, luego de que la cotización del dólar mayorista aumentara de $82,64 a $85,75 (3,65%), y el valor del barril de crudo pasara de US$51,08 a US$54,82 (7,3%), desde el aumento del 16 de diciembre pasado.
De esta forma, en solo los primeros 15 días del año, los combustibles ya se incrementaron 6,5%. Si se toman en cuenta las actualizaciones de los últimos seis meses, los valores aumentaron en siete oportunidades, acumulando un alza en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) de 37,66%, en línea con la inflación de todo 2020, de 36,1%.
Según una de las empresas refinadoras del mercado, los precios en surtidor deberían haberse actualizado 15% para acompañar todos los aumentos de costos. Pero este porcentaje quedó descartado por el Gobierno.
El mercado de combustibles no está regulado por el Estado, sin embargo, los gobiernos inciden sobre el precio a través de YPF, que tiene aproximadamente el 55% de participación en el despacho de nafta y gasoil.
El incremento del naftas de la semana pasada se debió puntualmente a la actualización de los valores de los biocombustibles, que se incrementaron 59,3% para el biodiésel y 33% para el bioetanol de caña de azúcar, según decretó el Gobierno. Hasta mayo, además, se esperan más aumentos mensuales en los precios de los biocombustibles, aunque serán de menores magnitudes (de entre 2 y 12%).
En el plano internacional, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados pactaron un recorte en la producción de crudo, que pasará de los 7,7 millones de barriles diarios actuales a 7,2 millones. Esto generó un incremento acelerado del Brent -el precio internacional-, que en dos meses avanzó casi 13 dólares.
A futuro, la suba del Brent podría generar más aumentos de precios, aunque todavía es prematuro proyectar en qué rango se estabilizará el valor internacional del crudo, ya que todavía rige la volatilidad por las cuarentenas intermitentes de coronavirus.
El CEO de YPF, Sergio Affronti, ya había adelantado hace unos meses que uno de los objetivos de la petrolera es alcanzar un precio promedio de combustibles que le permita revertir en parte las millonarias pérdidas que tuvo la empresa en 2020. La mayor parte de esto se debió a la caída fenomenal del consumo de nafta y gasoil, que todavía sigue 20% por debajo de los niveles prepandemia.