.El galeno se desempeñó como director del establecimiento por más de ocho años, en los que de acuerdo con un recorrido que efectuó El Diario de La Rioja, se pudo observar un deterioro profundo en una edificación nueva y moderna que en su gestión “se vino abajo”.
Las fotos son muy elocuentes y denotan una suciedad y abandono del nosocomio, desaprensivo e irresponsable, que las nuevas autoridades intentan rescatar aceleradamente.
Cucarachas, puertas y ventanas rotas, baños indignos y canillas atadas rudimentariamente con tiras de goma; camas sin sábanas, es la herencia dejada por Verón, en una edificación moderna y que estaba en su plenitud cuando él se hizo cargo de la dirección del hospital.
Nombró a personal de su más íntimo entorno; actuó con mucha discrecionalidad con los fondos, aunque no para elevar la calidad de vida de los enfermos e internados, por lo que se descuenta que esa auditoría solicitada por los vecinos, se efectuará en breve.
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