El representante del Centro Islámico de la Provincia de La Rioja, Abdul Karim Medina, participó elevando la ponencia de la entidad, entre otras elevadas por sendos delegados religiosos.

 

En su presentación el delegado islámico expuso que “de acuerdo con nuestras tradiciones islámicas y en representación del Centro Islámico de la Provincia de La Rioja, venimos a proponer algunos puntos que no solo hacen la medio ambiente en general sino también a la calidad de vida de los ciudadanos, aunque lo primero, hace a lo otro”.

 

Dijo que “sabemos que los presupuestos muchas veces o son litigiosos o nunca alcanzan, pero por sobre todo debemos aclarar algunos puntos:

 

1. Por sobre todo –y este punto es prioritario- hay que concientizar a la población de que las autoridades solas no pueden sin el concurso de todos. Deben los funcionarios hacer campañas por todos los medios posibles para hace entender a los vecinos cuánta importancia reviste cada una de las acciones para lograr una mejor calidad de vida. Y una reflexión: pobreza y necesidades no es sinónimo de suciedad o microbasurales que de la noche a la mañana aparecen en cualquier punto de la ciudad.

 

2. Ahora comenzó la temporada estival y con ello la proliferación del dengue, que lamentablemente en el verano anterior fuimos récord en la República Argentina. Se debe hacer hincapié en una campaña profunda y trabajo constante para la limpieza y sequedad de los islotes de agua estancada que abundan en varios puntos de la ciudad. El mosquito transmisor vuela 50 metros a la redonda. Si un vecino es desaprensivo, no vale de nada que los demás tengan todo organizado y limpio.

 

3. Históricamente en la ciudad de La Rioja hubo perros callejeros, pero hoy se ha sobrepasado cualquier límite. Se calcula que en la ciudad capital existen más de 40 mil animales en la calle y por lo consiguiente traen malos olores, enfermedades y por sobre todo, accidentes con las consecuencias que todos sabemos. Se necesitaría un enorme esfuerzo vecinal y municipal para concientizar y castrar a la mayoría de los animales sueltos. En 5 años se podrían desterrar a estos animales de la calle. Pero sobre lo mismo, el Concejo Deliberante debería sancionar Ordenanzas punitorias para los vecinos desaprensivos. Cada perro con su collar, historia clínica y documento.

 

4. Otra falencia histórica en la ciudad de La Rioja es la carencia de una nomenclatura clara y exacta. A veces los carteros o empresas de encomiendas andan por las calles más desorientados que beduino en el polo norte. Hay un hecho algo simpático pero no menos ridículo, y por lo ridículo tal vez lo haga tragicómico. Por ejemplo: la Avenida o calle a veces, que pasa por frente de la universidad nacional de La Rioja tiene por lo menos 4 nombres: René Favaloro, Matatin de la Fuente, Pedro Bustos y otro que en estos momentos no lo tengo en la memoria. Y esto, en una ciudad de apenas 250 mil habitantes.

 

5. Otro punto que hace a la calidad de vida por obviedades que para no extendernos dejamos librado al pensamiento de todos, son las veredas de La Rioja. Otra falla histórica que desde hace 30 años a la fecha ninguna intendencia pudo resolver. Apenas se pueden ver veredas arregladas en el microcentro y en media docena de manzanas. EL peatón en muchos lugares debe descender a la calle donde le es más fácil caminar que por el estado calamitoso de las veredas”.

 

Finalmente la presentación de Abdul Karim Medina aclara que “estos puntos no representan ninguna crítica a las autoridades actuales porque sabemos que asumieron hace pocos meses con una pandemia nunca antes vista, pues esas falencias que apuntamos son históricas”.