Mientras el turismo interno sigue vedado, los turistas de la región podrán venir a pasear a la Argentina. La medida sorprendió el fin de semana cuando lo anunció el Ministerio de Turismo Nacional pero tiene un trasfondo: no sólo empezar a apuntalar a uno de los sectores más castigados por la pandemia de coronavirus, sino para abastecer de dólares al mercado interno y, de esa forma, tratar de achicar la brecha con el blue, el destino generalizado de la divisa estadounidense de los habitantes de los países vecinos.
"La Argentina se volvió más barata (por la disparada del dólar ilegal) para la región por lo que puede ser un aliciente para venir a Buenos Aires por un lapso corto y realizar compras", sostuvo el ministro Matías Lammens y avisó que en los primeros días de noviembre habilitarían los vuelos desde Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Sin embargo, la decisión se adelantó. Voceros de las carteras turísticas nacional y porteña confirmaron a minutouno.com que las fronteras aéreas y marítima se abrirán este viernes 30 de octubre, pero no podrán estar en la Ciudad más de 10 días.
Todos los requisitos y condiciones para visitar la Ciudad estarán definidos este jueves, señalaron desde el Ministerio de Turismo capitalino a este portal, pero anticiparon que para arribar a la Capital Federal, los turistas deberán contar con un test negativo de Covid-19 antes de embarcar. Las autoridades porteñas están definiendo el tiempo máximo de realizarse el PCR y sería de 48 horas.
Para alojarse, deberán hacerlo en un hotel exclusivamente porque el gobierno porteño buscará tener control de los turistas y su estado sanitario mientras pasen unos días por la Ciudad. Se apelará al sistema de "burbujas turísticas" como se llevó adelante con los varados o los contagiados de coronavirus.