No solo se encargan de brindar asistencia y seguimiento a los pacientes COVID-19 positivo, sino también al personal de salud.

El servicio fue conformado hace más de 30 años y en la actualidad, lo componen ocho profesionales en Psicología y dispone de tres áreas fundamentales: atención por consultorios externos, el área de cobertura en internación y el sector de capacitación.

Como primera medida, este servicio fue convocado por el Comité Operativo de Emergencia del hospital, debido a que el tratamiento de la salud mental es tan importante como la física. En este sentido, la Licenciada Ivana Casas indicó que “dentro del hospital comenzamos a tener un protagonismo muy importante, ya que al principio se debatía mucho la atención e intervención con el equipo de salud, debido a todos los miedos y restricciones que tiene este tipo de paciente”.

Al convertirse el hospital Vera Barros, en un hospital COVID-19, las tareas de las profesionales se concentraron, más allá de la asistencia presencial, en la asistencia para los pacientes y su posterior seguimiento mediante llamadas telefónicas y la contención a los equipos de salud. Además, se puso en marcha el programa “Cuidados Humanizado”, donde junto a terapistas ocupacionales facilitan la comunicación telefónica entre los pacientes internados con sus familiares.

En cuanto al contacto con los pacientes internados, la Lic. Patricia Ridao marca la diferencia entre los que se encuentran en servicios como clínica médica o clínica respiratoria, ya que pese a las dificultades pueden hablar, en cambio los internados en UTI, se encuentran con asistencia respiratoria mecánica. “En estos casos la comunicación es mucho más cortita. A veces es a través de cartelería o como el paciente pueda. En esos casos vamos buscando la manera de comunicarnos con ellos”.

Además, Ridao aclaró que se trata de pacientes que tienen mucho miedo y angustia y sostuvo que a “medida que va recibiendo la información necesaria sobre su evolución y estado, le acercamos un poco de información de lo que está pasando afuera con su familia y esto hace que el miedo disminuya y que pelee por su enfermedad”.

En el caso de los equipos de salud, hay que tener en cuenta que muchos de ellos se encuentran atravesados por estas mismas emociones como; el miedo, angustia, lejos de sus familiares. Al respecto, Casas aclara que “hay muchas situaciones dentro del personal, algunos han tomado medidas con mucha angustia de determinar vivir en otro lado, o trasladarse a un lugar determinado dentro de la casa, que pudiera implicar cuestiones de cuidado e higiene”.

En cuanto a la sociedad, las profesionales aconsejan para superar este periodo de cambios y aislamiento organizar rutinas dentro de la casa, disponer en el hogar un lugar para realizar homework, establecer un horario para despertar, realizar ejercicio, leer o realizar otras tareas que requieran de plena atención. Además, manifestaron que los vínculos familiares, son otro de los factores indispensables, donde hay que buscar otras alternativas de encuentro, como la virtual.

Por último, la Lic. Ridao dejó un mensaje a la sociedad, que pese a esta situación de pandemia que interrumpió la vida cotidiana, hay que tener claro que va a terminar en un determinado momento. “Seguramente después de esto habrá una realidad modificada a la que también nos deberemos adaptar. Pero quienes más sufren esta situación son los niños y los adultos mayores. Entonces nuestro pedido es tener especial consideración, porque son etapas de la vida de mucha sensibilidad y se puede hacer prevención de la aparición de cuadros difíciles posteriores si realmente tenemos más tolerancia, más paciencia y los escuchamos”.