En el marco de una ceremonia para la firma del acuerdo por todo lo alto, los cancilleres de los EAU y Baréin, el jeque Abdolá bin Zayed bin Sultan Al Nahyan y Abdulatif Al Zayani, respectivamente, rubricaron junto al premier israelí, Benjamín Netanyahu, un acuerdo que pretende crear una nueva Asia occidental “llena de paz”, tal y como alegó el presidente de EE.UU., Donald Trump.

“Estamos aquí esta tarde para cambiar el curso de la historia. Después de décadas de división y conflicto, marcamos el amanecer de una nueva Asia Occidental”, dijo Trump, anfitrión de la cita en Washington (capital de EE.UU.).

Fuera de la Casa Blanca, donde se reunió el cuarteto, sin embargo, todo era diferente, se oyeron vituperios, en vez de vítores de alabanza. Hasta los judíos gritaban: ¡Palestina Libre!

En las calles todos sabían bien que cualquier plan de paz que excluya a Palestina no es más que un “show”, lo mismo dijo el martes el presidente palestino, Mahmud Abás.

El diario estadounidense The New York Times dice que el triángulo amoroso que generó Trump no busca la paz en Asia occidental, sino que persigue saciar los intereses lucrativos de las partes implicadas en el pacto.

“Israel, los EAU y Baréin están normalizando sus nexos porque quieren comercio, turismo e inversión y, por supuesto, un intercambio de inteligencia contra Irán”, apostilla el rotativo.