El presidente supremo, Carlos Rosenkrantz, ya le anticipó al secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, que estará ausente.
Todos los supremos recibieron un llamado de la ministra de Justicia, Marcela Losardo, para invitarlos a la presentación. El tono es bueno, pero en su gran mayoría declinaron la invitación. Hay dos, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti, que están en Santa Fe, comentaron fuentes del máximo tribunal. Juan Carlos Maqueda está en Buenos Aires, pero tampoco será de la partida.
Hasta ahora no está confirmado si Elena Highton de Nolasco, la vicepresidenta del máximo tribunal, estará presente o no. Ella tiene una histórica relación con el presidente y con la ministra de Justicia, a quien presentó como “su polla” durante la cena de la Asociación de Magistrados del año pasado. Highton también estuvo presente en la jura de los funcionarios de Justicia hace unos meses.
En algunas vocalías hablan de un acuerdo general para pegar el faltazo. En otras, lo desmienten. “Acá las internas siguen”, remarcan, dando entender que los consensos siguen siendo un bien de difícil acceso entre los cinco integrantes de la Corte.
Lo que es claro es que empezó a tensarse la situación entre los supremos y el gobierno. En el cuarto piso del Palacio afirman desconocer los pormenores de la reforma y ya trascendió que estaban disconformes con la integración del consejo de once juristas que analizarán el futuro de la Corte, del Consejo de la Magistratura, así como la implementación de los juicios por jurados y del sistema acusatorio – que pone las investigaciones en cabeza de los fiscales.
La reforma inevitablemente tendrá como uno de sus núcleos la licuación del poder de los tribunales de Comodoro Py, símbolo de la persecución y de las arbitrariedades procesales durante los últimos años. En la Cámara Federal de Casación, máximo tribunal penal del país y con sede en Retiro, no habían recibido invitación para ir a Casa Rosada este miércoles, dijeron.