En momentos de definiciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a expresar este jueves públicamente su respaldo a un cierre a la reestructuración de la deuda argentina. "Una vez más, confiamos en que todas las partes presentes puedan seguir trabajando de manera constructiva", reafirmo el vocero del organismo, Gerry Rice, en su habitual conferencia semanal y en medio de los últimos acercamientos que puedan llegar a darse en este marco del canje con los acreedores externos. 

Esta semana irrumpió la cartelización de los tres mayores grupos de fondos de inversión, que detentan un tercio de la deuda a reestructurar, para rechazar la oferta y exigir mejoras en las condiciones económicas y legales a la propuesta oficial. Una mejora sobre la que ya había hecho el Gobierno el 7 de mayo respecto de la original del 22 de abril. El mensaje que envió Alberto Fernández fue que no habría mayores concesiones en lo económico y sobre esa idea trabaja el ministro de Economía, Martín Guzmán. El trabajo ahora parece centrarse en los aspectos legales que enmarcarán el canje.

Consultado sobre el tema, Rice aclaró que, según "normas de larga data, las negociaciones son una cuestión bilateral entre la Argentina y sus acreedores, este es el caso de la Argentina y es el caso general”.

De todos modos, como en ocasiones anteriores, las palabras elegidas por el vocero del Fondo fueron las mismas que las planteadas por el Gobierno argentino para defender su posición. "Esperamos que todas las partes involucradas continúen trabajando constructivamente y en los tiempos adecuados con el objetivo de lograr un acuerdo que ponga la deuda pública en un camino sustentable y siente las bases para un crecimiento sostenido e inclusivo”, aseguró Rice. 

El portavoz del organismo ratificó además que "las autoridades argentinas no han solicitado un programa del FMI hasta el momento". "Lo que sí puedo decir es que éstas no están atadas a una revisión del capítulo IV”.