Nueve provincias confirmaron al ministerio de Educación su voluntad de retomar las clases presenciales en el mes agosto, en un camino que prevén escalonado y que comenzará en las escuelas de comunidades pequeñas o zonas rurales que estén en la fase 5 de distanciamiento social. Si bien depende de que la situación epidemiológica no se agrave, la vuelta a clases ya comienza a ser preparada. Para facilitar el proceso, el estado nacional dispuso invertir 2300 millones de pesos para la compra de insumos y la realización de tareas de mantenimiento edilicio.
Los distritos que planifican abrir sus escuelas en agosto son Catamarca, Corrientes, Formosa, Misiones, San Juan, Santiago del Estero, Santa Fe, San Luis y Tucumán. El criterio es el de una apertura en etapas, progresiva. La asistencia de los alumnos será alternada para minimizar el número de estudiantes por aula y la circulación del transporte. Por otra parte, se ofrecerán alternativas educativas a aquellos que, por estar en grupos de riesgo, deban mantener el aislamiento.
Los gobernadores de estas nueve provincias mantuvieron una videoconferencia con el ministro de Educación, Nicolás Trotta, para avanzar en la planificación del regreso a las aulas. Las provincias, que son las que mantienen la atribución de poner la fecha, están pensando en fechas de reinicio para distintas semanas de agosto. El 2 de julio, el Consejo Federal de Educación -que reúne a los ministros de los 24 distritos del país- aprobó los protocolos para el regreso seguro a las aulas.
Como ya se sabe, primero retomarán las clases presenciales los alumnos que estén finalizando el secundario y la primaria, que cuentan con menos tiempo para incorporar los conocimientos necesarios para ingresar a la universidad o dar el salto al siguiente nivel.
Trotta, señaló luego de la videoconferencia, que el estado dará opciones de estudio para que las familias que, por miedo al contagio u otras razones, no manden los chicos al colegio. “Es una situación excepcional y se atenderán todas las situaciones en las que la presencialidad no pueda asegurarse”, adelantó.
La inversión de 2300 millones de pesos es un total a distribuir entre los 24 distritos, de acuerdo a las necesidades planteadas en cada caso. Se trata de un paquete de fondos es complementario a lo que cada provincia destine para adecuar las escuelas a los protocolos de distanciamiento social. 500 millones serán enviados a las escuelas mediante transferencias directas de hasta 50 mil pesos por colegio para la compra de insumos como alcohol, lavandina, artículos de limpieza y tapabocas. Las escuelas tienen tarjetas de débito para estas asignaciones, destinadas a que el envío de fondos se acredite rápidamente. Otros 1300 millones serán para la realización de pequeñas obras para los edificios que necesiten reparaciones para acceder al agua o adecuarse a los protocolos. Finalmente, 500 millones más reforzarán el programa de infraestructura escolar.
En el ministerio remarcan que la vuelta al colegio tendrá un carácter gradual, escalonado y que depende en primer término de la evolución de la pandemia. Aún en el mejor de los escenarios, anticipan que la modalidad combinada, alternando días de presencialidad con días de aprendizaje en el hogar, será obligada. "Un cambio que vino para quedarse".
Trotta convocará a los gremios docentes a una reunión paritaria la próxima semana, para trabajar los protocolos y condiciones de trabajo con los representantes de los maestros . En el ministerio se prepara, por otra parte, una campaña de difusión sobre el retorno seguro a las aulas.
El sistema educativo argentino tiene 60 mil escuelas y cerca de 15 millones de estudiantes y docentes que, desde el nivel inicial al universitario, tienen sus clases presenciales suspendidas desde el 16 de marzo para evitar la propagación del coronavirus. La salida que empieza a definirse para las regiones del país sin circulación de virus es es por ahora impensable para el AMBA, donde habrá que esperar a que mejore la situación sanitaria.