Según la entidad financiera, el "mejor resultado" para el canje de la deuda sería alcanzar los niveles previstos en las Cláusulas de Acción Colectivas (CAC), ya que evitaría un reclamo legal de parte de los acreedores.
"Sería lo mejor para Argentina, especialmente si se alcanzan en todos los bonos, ya que evitaría por completo futuras demandas en tribunales norteamericanos", sostuvieron.
Como segunda variante, si no se alcanzan las CAC, que es la opción que más se baraja entre los analistas, Morgan Stanley supone un acuerdo parcial, con una mayoría suficiente como para que el mercado que quede vigente sea lo más líquido posible.
El informe del banco señaló que este sería un "escenario subóptimo", que debería estar acompañado de un posterior esfuerzo para convencer a una mayor proporción de acreedores.
"Este resultado tiene el riesgo de que no se avance y se convierta en un enfrentamiento legal de varios años, tal como sucedió después de 2005", advirtieron.
El tercer escenario es que no se llegue al umbral mínimo de las CAC, pero sigan las negociaciones y Argentina esté dispuesta a mejorar la oferta nuevamente.
Morgan Stanley proyectó que esto se podría lugar "impulsando los pagos a corto plazo o volviendo a la idea de un edulcorante en forma de un instrumento de recuperación de valor, como el cupón PBI o ligado a las exportaciones".
Paralelamente, la entidad no consideró descabellada la alternativa de posponer la negociación "hasta que haya más claridad sobre las perspectivas económicas, tal vez hasta principios de 2021".
Por último, el banco consideró que el peor resultado "se daría si ocurre una ruptura completa entre las dos partes, con poco margen para que las negociaciones se reanuden nuevamente".
De acuerdo a las conclusiones del informe, si bien este resultado es menos probable, obligaría al país a suspender las negociaciones y a los acreedores a iniciar las acciones legales, por lo cual los bonos caerían con fuerza.