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Jueves 28 de Noviembre del 2024

18-05-2020

MINUTO UNO -

A un año del lanzamiento de Fernández-Fernández: así Cristina le propuso ser presidente a Alberto

A solas y con celulares escondidos, la vicepresidenta le pidió hace un año al jefe de Gabinete de Néstor Kirchner que encabece la fórmula que terminó ganando.

"Le he pedido a Alberto Fernandez que encabece la fórmula que integraremos juntos". Con esa frase, Cristina Kirchner daba un punto de giro en la película del año electoral que la vio triunfante en el último fotograma. Erigió al jefe de Gabinete de Néstor como el candidato de la unidad del panperonismo y fundaba el Frente de Todos tras una jugada llena de "información, secreto y sorpresa" tal como indica el "Manual de conducción política" de Juan Domingo Perón.

Este 2020, editorial Planeta publicó "Alberto" de Diego Schurman. En el libro, el periodista que fuera editor de Página 12 y jefe de Política de Crítica de la Argentina rememora la cobertura de la vertiginosa campaña de las elecciones 2019 y cómo el Fernández que estuvo con Kirchner pasó a ser Alberto.

A un año del lanzamiento oficial de la fórmula que le ganó a Mauricio Macri en primera vuelta, en lo que fue la primera derrota de un presidente latinoamericano que buscaba su reelección, así fue el diálogo según retrata Schurman en el capítulo "La bendición de la jefa".

15 DE MAYO DE 2020

—Vos podés hablar con todos. Puerta que golpeás, puerta que te abren. Todos te la abren: los medios, los empresarios, los gobernadores, lo sindicalistas. A mí no.

—Me sorprendés. Todo lo que hicimos, incluyendo el libro (en alusión a Sinceramente), lo hicimos pensando en tu regreso como candidata. ¿Y de repente ahora me decís que no querés ser candidata? ¿Para qué trabajé todo este tiempo? —ensayó un falso reproche.

Alberto siguió con una vieja perorata sobre la imposibilidad de acopiar los votos de ella. Estaba convencido de que los votos no se trasladaban. De hecho, insinuó que Sergio Massa sostenía su propia candidatura presidencial esperando que Cristina se bajara, seguro de que sin ella el espacio kirchnerista —con Axel Kicillof u otro como candidato a la Casa Rosada— perdería mucha competitividad.

Por entonces algunos sondeos adjudicaban a la ex presidenta 34 puntos de intención de votos. Alberto le decía que sin el apellido Kirchner en la fórmula ese número podría descender a 24 puntos.

—¿Vos lo pensaste bien? Me rompí el culo todo este tiempo organizando tu candidatura, organizando el libro, ayudándote con datos en las causas judiciales… ¿Hice todo para que seas candidata y ahora me venís con esto? —se mostró desconcertado.

—Justamente, si vos no hubieras hecho lo que hiciste yo no tendría la autoridad que hoy tengo para hacer esto que hago.

—No sé hasta dónde puedo llegar, no sé cuántos votos puedo sumar —evaluó con el tono de quien carga con una misión que asume como imposible.

Percibiendo la preocupación de su interlocutor, recién ahí Cristina largó la segunda bomba de la tarde.

—Vos vas a tener mis votos porque yo te voy a acompañar. Yo voy a ser tu candidata a vice.

—¡¿Vas a ser mi candidata a vice?! —levantó las cejas Alberto, a esa altura con una sensación interna de estar en una montaña rusa, aunque su cuerpo mostrara templanza.

—Sí, sí. Yo te garantizo todos mis votos, y vos tenés que ir a sumar lo que falta —tranquilizó la senadora.

—Te agradezco la confianza, Cristina, pero pensalo un poquito más porque vos podés ser candidata y podés ganar. Y si necesitás que te acompañe como vice no tengo drama en acompañarte. Pero pensalo un poquito más —propuso invertir la fórmula.

—No tengo nada que pensar porque yo ya lo pensé —clausuró la idea.

—En serio, deberías darle una vuelta más al tema —atinó a decir, sabiendo a esa altura que volvería a su departamento de Puerto Madero con otro título, además del de abogado. Iba a ser candidato a presidente. No tuvo ni chances de estudiarlo.

Al segundo, Cristina comenzó a explicarle los pasos a seguir.

—Mirá, yo ya tengo todo diseñado. Voy a grabar el viernes un video, donde voy a anunciar que vos sos el candidato y yo te voy a acompañar. Vos escribime lo que tendría que decir. Fijate qué se te ocurre.

—¿Eh? Imposible. No tengo la menor idea de qué estás haciendo. ¿Qué querés? ¿Que yo escriba bien de mí?

—Dale, dejate de joder. Esto es política. Ayudame a escribir esto.

Tres días después, las redes sociales de Cristina Kirchner sacudían a la política argentina con este video.

 

 

 

 

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