Sin soslayar la dura realidad económica que vive el país a causa de la cuarentena, el presidente Alberto Fernández recibió a dirigentes empresarios y sindicales, quienes respaldaron la propuesta de renegociación de la deuda pública formulada por el Estado nacional a los bonistas internacionales.
En una cumbre que tuvo lugar ayer por la tarde en la Residencia de Olivos, el mandatario agradeció el apoyo a los empresarios y representantes de los trabajadores al asegurar que "esta mesa demuestra la vocación de estar juntos", al tiempo que calificó de "histórico" el acuerdo salarial que firmaron entre las partes la semana pasada.
Se refería al acuerdo rubricado el lunes 27 entre UIA y CGT que sugería realizar suspensiones con el 75% del salario por 60 días -o hasta tanto duren las restricciones a la circulación-, a fin de conservar los puestos de trabajo. Con todo, el acta fue cuestionada por algunos sectores, habida cuenta de que establece en los hechos una reducción salarial.
Lo cierto es que ayer los sindicalistas y empresarios fueron a respaldar la propuesta del Ejecutivo para el pago de la deuda como horas antes lo habían hecho los gobernadores. Acerca de la oferta elaborada por el ministro de Economía, Martín Guzmán -que ayer fue el que tomó la palabra para brindar un panorama a los asistentes-, Alberto Fernández explicó que "estamos buscando una solución para siempre, que dure, y que no nos postergue más, que no nos haga retroceder".
En este sentido, abundó que "tenemos que tomar las enseñanzas que este tiempo nos ha dado, sobre todo la de tirar para el mismo lado", refiriéndose a la actitud de la sociedad al inicio de la cuarentena.
Durante el encuentro, el presidente estuvo acompañado por el propio Guzmán, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz -quien "armo" la reunión-; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, y el asesor presidencial, Juan Manuel Olmos. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, permaneció en Casa Rosada con "reuniones" de gestión, según se informó.
Al comienzo del encuentro, Guzmán sentenció la importancia "de que estemos juntos en este momento delicado" y señaló que el apoyo de empresarios y trabajadores "vale hoy y va a valer en la historia", por lo que "buscamos una resolución ordenada a una crisis de deuda insostenible".
En tanto, los dirigentes empresarios enfatizaron que "estamos en el mismo barco, somos la misma Argentina, y necesitamos un escenario de previsibilidad, necesitamos el acuerdo para crecer. Tenemos un gobierno que habla de industria y de trabajo, vamos a acompañar ciegamente al gobierno nacional".
Asistieron a la reunión los presidentes de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo; de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina; de la Asociación de Bancos Argentinos, Javier Bolzico; de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi; de la Cámara Argentina de Comercio, Jorge Di Fiori, y de la Cámara Argentina de la Construcción, Iván Szczech.
Por la CGT, estuvieron presentes Héctor Daer y Carlos Acuña, secretarios generales de central obrera, Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez UPCN), Víctor Santa María (SUTERH y aliado histórico de Fernández) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), entre otros.
A la salida del convite, Andrés Rodríguez declaró a la prensa que "avalamos la renegociación y todos nos comprometimos a sacar la Argentina adelante". Acerca del discurso presidencial, lo calificó de "optimista sobre que el país pueda recuperarse poniendo al estado y a la producción y el trabajo en marcha". Acerca de las consecuencias socio-económicas de la cuarentena, el titular de UPCN dijo que "se alabó el acuerdo entre CGT y UIA para intentar conservar el empleo".
Justamente autopartistas nucleados en la cámara AFAC han arribado a un acuerdo con el gremio SMATA para pagar el 70% del salario bruto para suspendidos y postergando el pago del ajuste salarial del trimestre. Finalmente los trabajadores terminarán cobrando un 85% del sueldo de bolsillo, ya que "el acuerdo refiere al 70% del bruto".
Otra fuente sindical consultada por este diario sobre la reunión de ayer en Olivos indicó que "el tema que más se habló fue el del apoyo al gobierno por negociación de la deuda. Después un hubo repaso de la situación económico laboral sector por sector". Así, algunos dirigentes le hablaron al jefe de Estado de "urgencias sectoriales" y luego se debatió sobre las "posibilidades de ir abriendo actividades en diferentes zonas del país".
Los sindicalistas escucharon de parte de los funcionarios que las aperturas serán más complicadas en el AMBA. "El gobierno se comprometió a analizar y responder. Existe la posibilidad de una cuarentena más administrada después del 10 de mayo", concluyó la fuente consultada, aunque admitió cierta incertidumbre como en el caso de la construcción, que ha vuelto a "cuentagotas" en las provincias y por ahora no está confirmado ningún permiso en el área metropolitana.
"Se le planteó que se vayan abriendo algunas actividades. Tres meses más de parate no se aguantan", se sinceró otra fuente gremial consultada que admitió que "no gustó en la sociedad la liberación de los presos".
Por otra parte, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, recibió a dirigentes del gremio UATRE (ruralistas) entre los que se contaban el secretario general, Ramón Ayala, y la también diputada bonaerense Natalia Sánchez Jáuregui (Partido Fe), entre otros. Del encuentro también participaron el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez.
Al término de la reunión, en la que analizó el estado de situación del sector rural y la necesidad de regularizar actividades como la horticultura y el cultivo de la papa y la cebolla, la diputada Sánchez Jáuregui declaró que "seguimos aunando esfuerzos junto al gobernador bonaerense para mejorar la situación de miles de trabajadores rurales de la Provincia".