Después de la conmoción que provocó en las automotrices la suba de Impuestos Internos decretada desde el inicio de año, las terminales y el Gobierno comenzarán a negociar mecanismos para atenuar el impacto de este tributo, en principio, en los vehículos de producción nacional.
Las empresas esperan que en el segundo semestre del 2020 se modifique el actual esquema que grava a todos los 0km de más de $1.800.000 que, en la actualidad, afecta a cuatro vehículos fabricados en país, pero que podría alcanzar a más modelos, incluso a algunos proyectos nuevos que comenzarán a producirse a lo largo de este año. Este tributo hace que los precios de los 0km alcanzados se incrementen en un 25% lo que, en la práctica, implica que queden fueran del mercado.