El gobierno relanzó Precios Cuidados con la expectativa de que vuelva a ocupar un rol de referencia de precios. El programa tuvo ese protagonismo en 2014 y 2015 pero lo perdió en los cuatro años de gestión de Cambiemos, a raíz de la salida de productos centrales en el consumo popular y su reemplazo por versiones poco demandadas, marcas desconocidas, escasa promoción y bajo control oficial. Para la recuperación de Precios Cuidados, la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Paula Español, optó por mantener sólo 70 de los más de 550 artículos de la última lista que había elaborado la gestión previa e incorporó unos 240. Los productos que siguen en pie tienen una suba promedio del 9 por ciento y los que ingresan lo hacen a precio actual o con bajas de hasta el 30 por ciento, según la información oficial. Hay renovación de la estética del programa y se lanza una aplicación para el teléfono celular mediante la cual el consumidor podrá tener información online sobre el cumplimiento del programa (ver aparte). Se espera que en una semana pueda estar funcionando plenamente.
Con el anuncio de Precios Cuidados, el gobierno cierra un primer capítulo de negociación casi continua y a contrarreloj con las empresas proveedoras de alimentos y los supermercados. En primer lugar fue el lanzamiento de la canasta navideña y luego la salida del esquema de IVA cero para alimentos, que demandó reuniones hasta el 31 de diciembre a la tarde noche y ríspidas discusiones para ver quién absorbía la suba de costos. En esta primera semana de enero, el esfuerzo oficial se concentró en dar otro carácter a la lista de Precios Cuidados. Uno de los incentivos que tuvieron las empresas para acoplarse al programa fue el bajo nivel de ventas que se viene registrando en consumo masivo.