Los jueces que integran la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal decidieron no remitir a sus colegas de la Sala III las causas vinculados al caso de los cuadernos, con lo que se profundiza un conflicto entre ambos tribunales y se demoran definiciones clave, como el pedido del cese de la prisión preventiva dispuesta en su momento por el juez Claudio Bonadio sobre la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La Sala I de Casación es la que interviene desde el comienzo en las causas vinculadas al caso de los cuadernos y además es donde recientemente se celebraron distintas audiencias sobre cuestiones que se deben resolver, como un pedido de cese de prisión preventiva a Cristina y un planteo de apartamiento contra el fiscal Carlos Stornelli.
Esa sala es la que posibilitó -mediante la aplicación de las nuevas normas que limitan las prisiones preventivas e impiden su abuso- que el Tribunal Oral Federal 7 le diera la libertad a varios de los acusados, entre ellos al ex ministro de Planificación Julio De Vido y a quien fuera su mano derecha, Roberto Baratta.
La Uno de Casación, como le dicen en Py, aún tiene varias cuestiones pendientes para resolver, y para ello se llevaron a cabo distintas audiencias. Tienen en sus manos el planteo de la defensa de Cristina por el cese de la prisión preventiva y también un pedido para apartar a Stornelli, que recientemente fue procesado en el caso de espionaje de Dolores.
Pero semanas atrás, los jueces de la Sala III Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Guillermo Yacobucci, les pidieron a sus colegas de la Sala I, Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Ana María Figueroa, que les remitan todas las causas vinculadas a los cuadernos. No fue un pedido formal de inhibitoria, sino de los expedientes.
El planteo fue interpretado como un intento de la Sala III para quedarse con el caso, lo que fue rechazado por sus pares de la I. Ahora un plenario del alto tribunal deberá definir.
La camarista Figueroa, filosa a la hora de resolver, sostuvo que la presentación efectuada por la Sala III “no resulta novedosa, pues han pretendido darle trámite bajo diversas formas y en cada una de ellas, en el marco de distintos expedientes (alguno de ellos, sin estar en trámite ante esta Cámara), aunque ahora haya sido acompañado de una resolución conjunta de los jueces integrantes de la referida Sala”.
La jueza fue dura con sus colegas y sostuvo que “se trata de un pedido de remisión simple de una serie de expedientes sin identificar las razones, y a la fecha sin fundamento jurídico que amerite por el momento la intervención de un Acuerdo de esta Cámara en pleno”.
Sus colegas Diego Barroetaveña y Daniel Petrone (este último votó pero no firmó), también rechazaron remitir los expedientes, porque no se trató de un formal pedido de inhibitoria.
Además sostuvieron que una de las causas atadas a cuadernos, la causa nº 10.456/14, que es la del gas natural licuado, se encuentra radicada en la Sala I hace más de dos años, mientras que la nº 9608/18, del supuesto sistema de recaudación ilegal desatada por los cuadernos de un chofer, “tramita en esta sede hace un año y tres meses”.
“Se han dictado, a la fecha, diecinueve resoluciones en la primera de las mencionadas, y cuarenta y una en la segunda; y que la solicitud de remisión de causas conexas por parte de la Sala III ha sido formulada en términos genéricos, debiendo destacarse que no se advierte ni se ha invocado la posibilidad del dictado de resoluciones contrapuestas al diferir las cuestiones a decidir”, sostuvieron los jueces de la Sala I de Casación.
La Sala I argumentó que ya fueron recurridas las prisiones preventivas confirmadas por la cámara y los procesamientos dictados se encuentran en plena etapa de deliberación, “habiéndose llevado a cabo las audiencias de informes” correspondientes, abundó la Cámara.
Por ahora se dilatan definiciones de fondo, como el cese de la preventiva para Cristina (algo que nunca se hizo efectivo por los fueros) o el apartamiento o no del procesado Stornelli del caso cuadernos.