Como se venía informando en las últimas semanas, esta tarde, el presidente electo Alberto Fernández confirmó a Daniel Arroyo como ministro de Desarrollo Social. El elegido es politólogo y se destaca por su fuerte perfil social, que inició como capacitador en territorio, por lo que se jacta de “conocer todo el país”.
Arroyo es egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Además, cuenta con un posgrado en “Políticas públicas”.
A principios de los '90 comenzó su relación con las temáticas sociales como capacitador de la secretaría de Desarrollo Social que encabezó Eduardo Amadeo. “No era funcionario sino que daba cursos de capacitación en desarrollo local”, aclaró al respecto.
Esta tarea le permitió recorrer el país, por lo que se jacta de conocer todas las provincias y muchos de los 2200 municipios argentinos.
Entre el 2000 y el 2002 trabajó también como capacitador de la Secretaría de Emprendedores y Pequeña y Mediana Empresa (Sepyme) viajando a las agencias de desarrollo local.
Esa tarea se extendió hasta 2003 cuando asumió como secretario de Políticas Sociales de Alicia Kirchner, durante la gestión de la funcionaria al frente del ministerio que ahora ocupa Arroyo.
En el 2007 fue ministro de Desarrollo Social de Daniel Scioli y siempre mantuvo su actividad académica tanto en la UBA como en Flacso.
Con Sergio Massa (Frente Renovador), recién designado presidente de la Cámara de Diputados, se relacionó cuando el dirigente estaba en Anses y Arroyo después formó parte de los equipos técnicos del massismo desde 2013.
En 2015 fue candidato a vicegobernador en la fórmula con Felipe Solá y en 2017 fue elegido diputado nacional.
Está casado con Alejandra Folco que es odontóloga, a quien conoció en un grupo parroquial en la adolescencia y desde ese momento comparten la tarea social en barrios. Tienen dos hijos y viven en Vicente López, en el norte del conurbano bonaerense.
Arroyo destacó que es “muy unido a su mamá, directora de escuela” y resaltó que “en los últimos tiempos” comenzó a cuidar su salud “para estar bien físicamente y poder trabajar a fondo” por lo que se impuso caminar 45 minutos todos los días.