El aumento que registrarán los precios de los combustibles a partir de mañana "será de entre 5% y 6%", mientras que el 1º de diciembre próximo se aplicará otro incremento en los surtidores. Así lo afirmó el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos, Gabriel Bornoroni, quien señaló que el incremento de diciembre será por reajuste de precios y escalada de impuestos.
Durante la vigencia del Decreto 566, los combustibles se actualizaron en septiembre y noviembre, y acumularon un aumento cercano al 9%. El estacionero dio cuenta que ayer venció el congelamiento que el Gobierno había dispuesto el 14 de agosto último tras perder en las elecciones primarias.
Bornoroni dijo que si se termina el congelamiento podría mejorar el abastecimiento dado que por la medida electoral que había dispuesto el Gobierno las petroleras empezaron a aplicar cupos, lo que generó escasez en algunos lados. Si bien las estaciones de servicio de bandera (con sello de las petroleras) tenían nafta y gasoil para comercializar, las denominadas "bandera blanca" sufrieron el desabastecimiento "e incluso algunas cerraron" en estos noventa días, señaló.
Sostuvo que el sector venía con una caída en las ventas del 5% mensual, por lo que si este aumento viene a liberar el mercado con pleno abastecimiento, la comercialización podría incrementarse. "El congelamiento con desabastecimiento y cupo generó una crisis importante en nuestro sector. Algunas estaciones de servicio cerraron", aseguró Bornoroni.
El dirigente indicó, además, que el 1 de diciembre coincide con el incremento del impuesto a los combustibles, que se sumará a una actualización de precios, por lo que habrá un alza que ejercerá una mayor presión sobre el bolsillo de los consumidores.
"A partir del 10 de diciembre viene un nuevo Gobierno que seguramente va a tener una política energética clara, tal como lo viene diciendo. A partir de ahí las petroleras van a esperar cuáles son los nuevos lineamientos para la política energética", dijo.
Bornoroni sostuvo que por las marchas y contramarchas del gobierno, las empresas que están extrayendo petróleo crudo en Vaca Muerta están trabajando al 50% de su capacidad, por lo que se necesita una "política clara" que dé previsibilidad al sector.
Fuentes del mercado dijeron no esperar que los precios retomen el ritmo que tenían antes del congelamiento. Por eso admiten que se está pensando más en una zona de convergencia que permita aumentos progresivos, que en un ajuste drástico.
Este será uno de los primeros temas a atender por el nuevo gobierno de Alberto Fernández, ya que el grueso del descongelamiento podría impactar sobre su gestión. Las petroleras creen que deberá garantizar que los precios se regulen antes de que se congele en forma significativa la actividad en el megayacimiento no convencional de Vaca Muerta. Técnicos estiman que el precio del barril en la Argentina está 13 dólares por debajo de la cotización internacional.
Ese valor hace que sea inviable mantener un buen ritmo de trabajo en los yacimientos, dicen desde las petroleras. Confían en que tanto el precio de los combustibles como el del barril que se comercializa en el mercado interno irán descongelándose en forma paralela.